LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

YACIMIENTO LOS TORREJONES

Los Torrejones es un yacimiento arqueológico romano situado a 3 km al este de Yecla, que data del siglo I a.C. al siglo IV d.C., extendiendo la ocupación en la villa hasta el siglo VI de nuestra era.

Es una de las cinco villas rústicas romanas encontradas en esa zona (Los Torrejones, El Pulpillo, Marisparza, Casa de la Ermita y Fuente del Pinar) en torno a las cuales se estructuró el territorio y la explotación agropecuaria en la zona de Yecla en época romana. Se encuentra en una encrucijada de varias vías naturales que comunicaban el Levante con Andalucia y la costa mediterránea con la meseta.

Abarca una extensión aproximada de más de 4 kilómetros cuadrados, de los cuales sólo se ha excavado una mínima parte. Los materiales recogidos en el terreno documentan que la ocupación de este terreno no se limita exclusivamente a la época romana, sino que se extendería desde época ibérica (SS V-IV a.C.) hasta bien avanzada la Edad Media (siglo XIII) al final de la dominación islámica.

Es un yacimiento conocido desde antiguo. Ya en 1797, el canónigo Lozano recogía datos sobre el yacimiento. Desde entonces se originaron una serie de hallazgos que abarcan desde el año 1957, con un mosaico que data del siglo IV, hasta los años 1999 y 2007, en que se dibuja gran parte del terreno de Los Torrejones apareciendo distintas piletas de piedra, que se asocian a baños termales romanos, las distintas separaciones de ambientes, tanto para los señores propietarios y otros para la mano de obra, fragmentos de cerámicas romana, bajorrelieves en mármol, mosaicos con decoración vegetal, capiteles, columnas, entre otros, del siglo II, nacido en Itálica (ciudad romana ubicada en el municipio de Santiponce, Sevilla).

Aunque la cerámica hallada en las excavaciones del yacimiento y de su entorno indica un poblamiento en época ibérica, la primera fase de la villa de Los Torrejones es de época romana, en concreto en torno a los siglos I y II d.C. El estudio de las estructuras conservadas ha permitido a los arqueólogos definir varias fases constructivas en la villa, pudiéndose fechar cada una de ellas no sólo por la técnica constructiva empleada, también por el material que aparece asociado a ella. De este modo se produjo una remodelación de los espacios de la villa a finales del siglo II o inicios del III d.C. Más tarde, durante el siglo IV, se realiza una nueva reforma; construyeron un pórtico, añadido al cuerpo principal de la villa y pavimentaron uno de los suelos de las termas con un mosaico.

El establecimiento rural de Los Torrejones continuó en uso aún con la desintegración del Imperio Romano; la cerámica hallada documenta la utilización de la villa durante los siglos V y VI d.C., periodo en el que además se debió realizar alguna transformación parcial más, ya que durante los trabajos de excavación se halló un capitel, que remataba la parte superior de las columnas y servía como descarga de arcos y bóvedas, fechado en el siglo VI d.C.

A partir del siglo V d.C el Imperio Romano sufría una grave crisis; las diferentes invasiones de pueblos bárbaros, culminarían con la desintegración del imperio en numerosos reinos. En el caso de la península ibérica, la sucesivas invasiones de pueblos germanos, norafricanos y bizantinos, dieron lugar a un largo período de inestabilidad que, en el caso de Los Torrejones, provoca su abandono. Se inicia así un largo período, desde el siglo VI hasta, aproximadamente, los siglos X-XII, entre los cuales la arqueología no ha podido arrojar luz, existiendo un vacío temporal de más de 400 años aún sin resolver.

Durante la dominación islámica en los siglos XI al XII se construyeron en una parte de la villa unos muros con la técnica tradicional del tapial. Finalmente fue abandonada en el siglo XIII.