El Cabezo Redondo es un yacimiento arqueológico de la Edad del Bronce que se encuentra en un cabezo a 2 km de Villena (Alicante). No se trata de una aldea, sino de un verdadero centro comarcal que estuvo habitado entre los años 1500 y 1100 a.C. y perteneció probablemente a la cultura argárica. Se especula que las primeras investigaciones fueron hacia 1870 y que en 1963 se halló el Tesorillo del Cabezo Redondo, que se conserva en el Museo Arqueológico de Villena. Ya entonces, gran parte del yacimiento se había perdido debido a las canteras de yeso existentes en la zona.
El yacimiento en su origen debía de tener un tamaño considerablemente grande, extendiéndose por todo el cerro. Se cree que aquí se concentró la población de varios otros pequeños poblados y aldeas que existieron alrededor de la antigua laguna de Villena, ya que su fisonomía es distintiva de una capital comarcal.
Las casas se adosan unas a otras a modo de manzanas separadas por calles estrechas y empinadas, por las que también discurría el agua. Las paredes de las casas solían estar enlucidas de rojo o blanco y en el interior solía aparecer un banco adosado a una de las paredes. Junto a estos bancos se encontraban los hornos para trabajar el metal o el barro y los hogares para hacer la comida. El techo de las casas era plano y estaba ligeramente inclinado siguiendo la pendiente de la ladera. Se sostenía mediante postes de madera, algunos de los cuales todavía se conservan.
Las cerámicas halladas en el yacimiento son de gran calidad, alguna de ellas de compleja decoración. Las características de los objetos de hueso, de piedra, o de metal, entre los que destacan los cuchillos y hachas de bronce y los adornos del mismo metal o de oro y plata, indican ser una cultura prehistórica, pero nada primitiva.
Los enterramientos, se han encontrado situados bajo las casas y acompañados de un rico ajuar. Unos se colocan en el interior de grandes vasijas, otros en una fosa, en ocasiones rodeada de piedra, o en pequeñas cuevas. |