La villa de Puente de la Olmilla está situada a 2 km de Albaladejo, en una zona fértil cercana al Arroyo de la Fuente de la Bola, y cerca de la Vía Augusta y de la ciudad romana situada en Villanueva de la Fuente, Mentesa. Ha proporcionado abundantes mosaicos de inspiración norteafricana. La villa vio caer el Imperio Romano y el advenimiento de los pueblos germánicos, que avanzaron por el histórico camino, es por ello una villa tardoimperial del s. IV que comenzó a excavarse en 1973.
El esquema constructivo de esta villa responde al modelo típico romano: una serie de estancias distribuidas alrededor de un patio central, que las ilumina y desde el que se accede a ellas mediante los pasillos circundantes, cubiertos con pisos de mosaico, al igual que varias habitaciones (dos de ellas adornadas con mosaicos figurativos). Puente de la Olmilla tenía un pórtico en la fachada, combinación que corresponde a un tipo de construcción poco común en Hispania, la elección de los materiales y de las técnicas constructivas suele estar relacionada con los sucesos históricos y los condicionamientos técnicos locales. A ello hay que añadir el poder adquisitivo del cliente, el dominus. Se contrapone la lujosa decoración interior de las villae hispanas a la pobreza de los materiales empleados en el cuerpo de los edificios de la mayoría de estos hábitats rurales. Obviamente, era más económico proveerse de materiales que estaban "a mano", que acarrear otros desde largas distancias. Por ese motivo, en Puente de la Olmilla se utilizó fundamentalmente barro cocido, pizarra y piedras calizas de la zona para fabricar las teselas con las que fueron confeccionados los mosaicos pavimentales, aunque el resultado fuera un colorido no demasiado extenso.
Está compuesta por una serie de habitaciones entre las que destaca la sala absidada, ubicada en el extremo occidental del corredor norte. Estaba decorada en su totalidad con grandes pavimentos de mosaicos polícromos de los se han descubierto por ahora cinco grandes tapices o composiciones de alrededor de ochenta metros. También se ha podido identificar el lugar donde estuvieron situadas las instalaciones termales y posiblemente la necrópolis.
El variado repertorio musivo, de impecable factura, destaca especialmente en cuanto a las características ornamentales de la villa, siendo una de las principales manifestaciones de su cultura material. Estos mosaicos son de estilo geométrico, a excepción de un panel con el emblema de dos felinos localizado en la habitación 2 y otro figurativo, con el tema de los Cuatro Vientos, que tapizaba la habitación 4, lamentablemente arrasado un tiempo después de salir a la luz. Además, se han documentado numerosos pisos de opus caementicium, restos de un opus signinum en la habitación nº 15, un opus spicatum en una sala con columnas (nº 45), enlosados de baldosas de barro en un compartimento y un corredor (nº 12 y 32, respectivamente). Los restantes suelos son de tierra batida.
Hasta la fecha se ha excavado una pequeña parte de la vivienda principal, habiéndose identificado un cubiculum (dormitorio) con dependencias anejas, la puerta principal de la casa, de 2,80 m de anchura, construida en su parte inferior con grandes bloques de asperón y dos largos pasillos que deben conducir a otras dependencias (triclinium, tabliniun, etc.) |