La villa romana de Navatejera, responde al tipo conocido de villa suburbana datable en los siglos IV-V d.C. (aunque con vestigios previos, desde el siglo II) con dos zonas diferenciadas, la pars urbana o residencial, tapizada de mosaicos en parte y con zonas calefactadas de hipocausto, y la pars rustica o de explotación agropecuaria, aparte de una sección de dudosa utilización cultural y planta cruciforme que se ha asociado al mundo paleocristiano. Fue descubierta a finales del siglo XIX y a su interés y cercanía al núcleo urbano leonés une la peculiaridad de que fue cubierta ya en su momento en una de las primeras protecciones de este tipo de yacimientos que se constatan en nuestro país. La edificación, que cubre sus estancias con mosaicos, intenta mimetizarse con los restos conservados en un criterio muy de la época.

Los restos más antiguos conservados, mediados s. II, son unas estancias que pertenecerían a las termas privadas del propietario (un rico terrateniente), allí se advierten las habitaciones típicas del ciclo de baño romano: salas fría, caliente y templada. Dispondrían de su sistema de calefacción basado en la circulación de aire caliente por debajo del piso. A estas estancias se unía otra, probablemente un gimnasio. Desde las termas se accede a las estancias principales del señor a través de un estrecho pasillo en el que hay unas habitaciones pequeñas con función desconocida. En el s. IV hubo una serie de reformas en la casa, se reconstruye una parte y se decoran las estancias con mosaicos de motivos geométricos y vegetales. Además aparecen unas estructuras identificadas como lugares destinados a las faenas agropecuarias, en que han aparecido grandes vasijas de almacenamiento para el grano, pesas de telar, molinos de mano. Incluso se localiza en un lugar cercano un horno de cerámica que cocería el material de construcción empleado en la propia villa. En el s. V se fecha un edificio cercano al área residencial que se ha interpretado como una iglesia privada que sirvió como panteón familiar. Es un edificio cuadrado en que se inscribe una cruz griega con evidencias de enterramientos.

En los últimos años se han realizado varias actuaciones arqueológicas, tanto de excavación como de restauración, encaminadas a aclarar los interrogantes de este yacimiento, además de la musealización didáctica del enclave romano de Navatejera.