LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

VILLA ROMANA DE ELS MUNTS

La Villa Romana de los Munts está ubicada en el municipio de Altafulla, a unos 10 kilómetros de Tarragona, sobre una pequeña colina cerca de la playa. La villa de los Munts muestra una zona residencial romana lujosa del siglo II en Tarraco.

Por los datos arqueológicos disponibles (monedas y cerámica), se sabe que ya se habitaba a mediados de siglo I. Pero todo parece indicar que el gran momento constructivo corresponde a mediados del siglo II, cuando la mansión quedó perfectamente estructurada a partir de una planificación y una escenografía complejas.

La Villa Romana de los Munts se encontraba sobre una pequeña elevación del terreno que caía suavemente hacia el mar Mediterráneo y que permitía controlar todo el territorio próximo y bien comunicada, junto a la Vía Augusta. En la parte más alta de este cerro había unas cisternas de almacenamiento de agua y a lo largo de la pendiente se encontraba la zona residencial. Se han descubierto una serie de estancias, en el núcleo central articuladas alrededor de un pasillo porticado en forma de L. El lado corto de este pasillo estaba cubierto de lujosos mosaicos. Numerosas paredes y techos estaban decorados con ricas composiciones pictóricas.

En total se han contabilizado tres términos que formaron parte de la villa de los Munts. Las que se han conservado mejor han sido las llamadas inferiores, edificadas en dos grandes fases: la de construcción y la de monumentalización. Aquí se observan los vestuarios, las piscinas de agua fría y caliente, la zona de aguas tibias, una sauna, letrinas y los hornos que permitían calentar las dependencias y el agua.

En las termas, además de los pavimentos con mosaicos, las paredes de las piscinas aún conservan significativas trazas de los revestimientos con placas de mármol. Un conjunto termal más pequeño ha quedado cubierto parcialmente por las aguas del mar, ya que se encuentra dentro de la misma playa de Altafulla.

Los elementos que se han recuperado a través de las excavaciones nos demuestran la magnitud del complejo agricultor. La riqueza de las estatuas, pinturas, pavimentos, mosaicos y columnas de mármol no han dejado ninguna duda sobre el lujo de esta zona residencial romana. Esta opulencia hay relacionarla con Caius Valerius Avitus, uno de los dos duunviri de Tarraco en el siglo II. Caius antes había mandado Augustobriga (en Soria) y en Tarraco se construyó una villa de dos plantas inmensa, con jardines, termas y ricos mosaicos en la primera planta. En el piso de encima, prácticamente desaparecido, había un pórtico con vista al mar y una galería porticada con vistas al jardín. En el año 260 sufrió un incendio que destruyó casi todos los edificios que la componían. Seguramente causado por la primera invasión bárbara del territorio de la actual Cataluña. Posteriormente se produce una reconstrucción y reocupación de la villa, pero fue abandonada, definitivamente, a comienzos del siglo V.

El jardín conserva dos estanques y limita con dos de las fachadas de la casa.

El Criptopórtico es un pasillo semisubterráneo que comunica con todas las habitaciones de la villa. Otro brazo del pasillo se dirige hacia el noroeste.

Las paredes de las habitaciones y dormitorios conservan los restos de pinturas murales con motivos geométricos y numerosos grafitos. En las habitaciones se descubrieron mosaicos que a modo de cuadros decoraban las paredes. Los techos también estaban pintados, se ha identificado al dios Baco y Ménades de su cortejo.

El pasillo está decorado con mosaicos de motivos geométricos, cuadrados y nudos salomónicos, datado en el siglo II. En su extremo se conservan los primeros peldaños de la escalera de acceso al piso superior.

El Patio interior tiene un estanque central delimitado con un mosaico y rodeado de habitaciones.

En la Zona industrial destacan varios depósitos y un sótano con un pozo.

Al Depósito de agua se le conoce con el nombre de la Tartana, por su forma, y es el único que se ha conservado del conjunto de depósitos adosados. Una cisterna de grandes dimensiones servía para regar los cultivos de la vertiente septentrional.