La Villa romana de Liédena es un yacimiento arqueológico perteneciente a la época bajoimperial romana situado en Liédena, Navarra. Su yacimiento se localizó en febrero de 1921.
Esta villa rústica está datada entre el siglo II d.C. y el siglo IV. Ocupan una superficie de una hectárea en su máxima extensión. Contó con más de 50 dependencias entre las que se incluían un trujal, un lagar, termas, la vivienda señorial y la de los sirvientes. Es un espacio rectangular con una orientación este-oeste. Presenta dos fases constructivas de cronologías diferenciadas y evidenciando una evolución arquitectónica en los dos edificios superpuestos: ✱ La primera fase sería una villa de los siglos I - II d.C. La villa se muestra articulada en torno a un peristilo con mosaicos decorativos abierto sobre un oecus (sala grande). Se completaba la dotación de la villa con unas termas en la parte oriental de la vivienda. Todo este conjunto habría sido destruido en un incendio y habría estado abandonado en el siglo III d.C. durante las invasiones que se dieron durante los años 257 y 275 por tribus germánicas. ✱ La segunda fase comprende una remodelación de la villa en el siglo IV d.C., manteniendo la orientación de los muros y las estructuras principales de la vivienda. ocupaba la superficie aproximada de una hectárea. Utilizaron parte de las construcciones de la primera villa. La villa del siglo IV se estructura alrededor del peristilo, patio porticado rodeado de galerías que estaban decoradas con suntuosos mosaicos. En vez de impluvium (estanque) para recoger el agua de los tejados, en el centro del peristilo hay un pozo. A las galerías comunicaban diversas dependencias. En la crujía oeste se encuentra el oecus o salón principal de la casa. Uno de los elementos que individualizan y dan importancia a este espacio es su terminación en ábside semicircular (exedra). Está descentrado respecto al eje del peristilo por el aprovechamiento de los muros de la villa anterior. Al sur del peristilo se encuentra el triclinium o comedor. Al este se distribuían las habitaciones de los siervos. Al norte un espacio para almacenes. Seguramente era la bodega se almacenaba el vino por el abundante número de tinajas de barro (dolia) que aparecieron en la excavación. De esta crujía norte destaca la dependencia más occidental. Fue reforzada con un muro de 70 cm de espesor. Seguramente se convirtió en una torre defensiva y es una muestra de las obras de defensa que se pueden apreciar en muchas villas del Bajo Imperio para hacer frente a la inestabilidad del siglo IV, no sólo por las amenazas del otro lado del Pirineo, sino por los grupos de bandidos que desde la cordillera realizaban sus expediciones de rapiña. Más al sur del núcleo central de la casa había un gran estanque de 27 metros de largo y más habitaciones, estas probablemente de los trabajadores agrícolas. Al oeste del estanque se encontraban el lagar y el trujal de aceite junto a un patio que es por donde accedían los carros con la uva y las olivas para la extracción de vino y aceite. Separado del cuerpo principal de la villa, al oeste de la misma, están las termas con su frigidaruim, tepidarium y caldarium y el praefunium, horno que calentaba el agua y las estancias. La villa se amplía en la parte este con un gran patio flanqueado al norte y al sur con dos hileras de habitaciones y cerrado al oeste por el edificio dominical y al este por lo que parecen ser almacenes o cuadras. Las habitaciones son varias decenas y tienen parecidas dimensiones, unos 10 m² y pudieron ser el alojamiento de colonos, esclavos o soldados particulares al servicio del señor. |