LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

TOZAL DE MALLATA

En un paraje espectacular, desde el que se domina las gargantas del río Vero y la Choca, se encuentran los acantilados y oquedades del Tozal de Mallata. Aunque desconocemos los motivos, sucesivas culturas prehistóricas se vieron atraídas por este lugar, tal como demuestra la concentración de estaciones pintadas.

Las pinturas rupestres de estos covachos son obra de pueblos agricultores y ganaderos de época Neolítica y de Edad del Bronce. En abrigos elevados y de difícil acceso pintaron figuras humanas y animales, signos y enigmáticas formas geométricas.

Entre el 5.000 y el 1.500 a.C., las sociedades de economía agraria y ganadera del Neolítico y Edad de los Metales, utilizaron un estilo artístico propio, el Esquemático. En abrigos de pequeñas dimensiones, como los de Mallata, se representaron motivos de marcada sintetización y esquematismo.

El Tozal de Mallata (843 m.) se alza en una barrancada lateral del río Vero, a la izquierda de su cauce y a la altura del barranco de Lecina, con el que se comunica a través de una torrentera casi siempre seca y de la senda que conduce a la ermita rupestre de San Martín. En su ladera meridional, de escarpados cantiles, se abren multitud de covachas y abrigos orientados a Mediodía, cuatro de los cuales contienen en su interior manifestaciones pictóricas; precisamente éstos son los que se encuentran en la parte superior del farallón. Resulta prácticamente imposible llegar a las cavidades pintadas desde abajo del promontorio, por lo que fue necesario descolgarse desde el borde más alto del acantilado para acceder a las representaciones y proceder a su estudio y reproducción.

MALLATA I: Los covachos pintados de Mallata ocupan los tres pisos más altos de los formados por las múltiples cavidades que la erosión ha producido en el tozal que nos ocupa. Mallata I se ubica en el nivel intermedio, pero se le ha asignado el primer lugar en la numeración por contener el conjunto más amplio y espectacular de pinturas de entre los abrigos agrupados bajo la presente denominación. También se trata de la cueva más grande, con 20 m. de apertura bucal, pese a sus limitadas profundidad (7 m. como máximo) y altura (6 m. la máxima). Las manifestaciones esquemáticas se distribuyen en cinco sectores bien definidos, de diferente temática y en ocasiones coloración, si bien hay que señalar que todas las figuras están realizadas en tonos rojos.

En el primer sector destaca un antropomorfo de casi 30 cm. en rojo oscuro casi granate, restos varios, un signo de dos arcos concéntricos unidos y digitaciones. La figura más importante del segundo sector es un cérvido humano, un cuadrúpedo aislado, digitaciones, manchas, trazos horizontales y otros restos. El tercer sector contiene manchas y posibles digitaciones y el cuarto una digitación, varios restos y un signo circular con una cruz inserta. En el último de estos sectores se pueden observar un antropomorfo, un cuadrúpedo, trazos, manchas digitaciones, un signo cruciforme con doble travesaño y restos varios. Destacan tres escenas, en las que unos hombres sujetan varios ciervos por el hocico mediante el uso de cuerdas. El abrigo también conserva varias figuras de antropomorfos, un curioso animal astado, un posible jabalí y diversos signos lineales, circulares y cruciformes.

MALLATA II: Pequeño abrigo (6,30 m. de boca, por unos 4 m. de profundidad) situado en el nivel inferior de Mallata I. Sólo contiene pinturas en un reducido panel, aunque hay otras manchas de pequeño tamaño y de tono muy claro que son resultado de oxidaciones naturales de la pared rocosa.

MALLATA III: Configura, junto a Mallata IV, el piso o nivel superior de los covachos abiertos en el Tozal de Mallata. Tiene 13 m. de boca y 4 m. de profundidad máxima; encierra dos únicas pinturas en un recodo de la roca caliza.

MALLATA IV: De dificilísimo acceso, pues se llega al abrigo desde Mallata III, a través de un tramo de pared caliza prácticamente vertical. Ofrece una apertura bucal de 14,5 m., por 5,30 m. de profundidad máxima. Guarda un único panel de pinturas situado en la parte izquierda de la boca, casi sobre la cornisa rocosa.