LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

TORRE DE BLANCA

El asentamiento fenicio de doña Blanca en El Puerto de Santa Maria data de 800 a.C. Este lugar es muy similar al de Lixus, en Larache (Marruecos). También se ha excavado parte de un poblado calcolítico (3.000 a.C.)

Se trata de un tell en que se han hallado restos de murallas, viviendas, un puerto fluvial púnico (el más extenso del Mediterráneo) y una necrópolis, pertenecientes a una ciudad fenicia cuya ocupación comprende desde el siglo VIII hasta el III a.C. Por lo tanto disputa, junto con Cádiz y el Cerro del Castillo (en el término municipal de Chiclana), ser la ciudad fenicia más antigua que se ha encontrado hasta ahora en la península ibérica.

En este yacimiento se encuentra el castillo de Doña Blanca, llamado así porque según la tradición allí sufrió cautiverio doña Blanca de Borbón. Se trata de una torre construida en el siglo XIV o XV para la vigilancia de la bahía de Cádiz y que también fue usada como ermita.

El enclave de Doña Blanca es tan solo una pequeña porción del Poblado de Doña Blanca, que cuenta con una área de protección de aproximadamente 2 millones de m² en la que se engloban otros elementos patrimoniales singulares, como el poblado de la Dehesa, el Hipogeo del Sol y la Luna, el Yacimiento y necrópolis de las Cumbres y las Canteras, que son testimonios de las distintas relaciones que a lo largo de la historia el hombre ha establecido con el mismo entorno físico.

Los restos más antiguos encontrados en este enclave se fechan, en una fase tardía de la Edad del Cobre, hacia finales del III milenio a.C. A este momento pertenecen algunos fondos de cabañas dispersas que se adaptan a la topografía original del terreno. Posteriormente se produce una fase de abandono —en la que el yacimiento permanece deshabitado— que se prolonga hasta mediados del siglo VIII a.C., momento en el que vuelve a ser ocupado.

Ya en el siglo VIII a.C. se convierte en una auténtica ciudad, dotada de muralla, que permanecerá habitada de manera continuada hasta fines del siglo III a.C. Durante estos cinco siglos de vida ininterrumpida, la ciudad sufre varias remodelaciones urbanísticas y la construcción de otras dos murallas. El yacimiento vuelve a quedar abandonado desde finales del siglo III a.C. hasta época medieval islámica, momento en el que se estableció una alquería almohade (siglo XII)

Al otro lado de la Carrera de El Portal, en la falda de la sierra de San Cristóbal, se encuentra la necrópolis. En ella se ha realizado la excavación de un túmulo de unos 20 m de diámetro y una altura máxima de 1,80 m. La zona central estaba ocupada por el ustrinum, lugar en el que se procedía a la cremación del cadáver. En torno a él se dispusieron 63 enterramientos que presentan una variada tipología que abarca desde urnas de varios tipos conteniendo las cenizas hasta simples oquedades excavadas en el firme natural con el mismo fin.