LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

TORRE AGUILA

El Yacimiento de la Villa Romana de Torre Águila, en la localidad de Barbaño (Badajoz), es uno de los ejemplos más representativos de poblamiento rural romano en las fértiles Vegas Bajas del Guadiana.

El terreno que ocupa la villa es de unos 30.000 m² y actualmente sólo se ha excavado la tercera parte. Es un yacimiento que ha estado poblado durante varios siglos por diferentes culturas (siglos I a VIII d.C.), pudiendo establecer que la villa pasa por tres fases fundamentales:

Siglo I y II d.C. Se piensa que entre sus primeros moradores se encuentra una familia romana, que edificó una vivienda con exquisito gusto por los materiales decorativos, de los que se han encontrado elementos de una vajilla de procedencia nord-itálica. De esta fase se conservan pocas estancias, pero destaca una habitación subterránea con funciones de bodega o granero, a la que se supone que se accedía con una escalera de madera. Los muros levantados a base de bloques de caliza, evita la presencia de insectos y roedores.

Siglo II a III d. C. Sus moradores hicieron grandes reformas en la vivienda, edificando una gran villa rústica. Los restos dedicados a la transformación oleícola y vinícola dejan al descubierto uno de los lagares y almazara más completos de la Hispania romana, permitiendo hacernos una clara idea del proceso de prensado, decantación y depósito del producto. También es destacable el complejo termal, tan importante en la vida romana, con hipocaustum (sistema de calefacción del suelo), caldarium (agua caliente), tepidarium (agua templada) y laconium (baño de vapor). La "Joya del yacimiento" es una habitación estival que se conserva completa de forma excepcional, con todo el techo. Es una habitación subterránea (triclinium) utilizada para mitigar los calores del verano. En la parte superior se sitúa un pequeño ventanuco de forma semicircular, que ilumina la estancia. Los estrechos peldaños de las escaleras obligaban a bajar y subir de lado.

Siglo IV d.C. Tras un proceso de total abandono, la villa vuelve a resurgir con la estructura de una villa más monumental, demostrando el poderío del propietario con una casa suntuosa. De esta etapa destaca la sala octogonal y la reforma del conjunto termal, con un gran apoditerium (vestidor) y demás estáncias. En esta etapa, se construye un edificio con funciones religiosas y en sus alrededores surgirá una importante necrópolis, que en siglos posteriores (s. VII y VIII) llegó a ocupar gran parte de la villa que estaba ya en ruinas.

Las epidemias y las posteriores invasiones árabes (siglos VI y VII), provocan el abandono y la ruina de la villa. Se piensa que muchas de las estatuas y adornos de mármol fueron destruidos y convertidos en cal en las épocas de epidemias.