Tigalate Hondo constituye una enorme extensión de terreno que comprende gran parte de las medianías de Tigalate y Montes de Luna. En esa zona se han podido diferenciar hasta nueve conjuntos prehispánicos en los que se contabilizan veintitrés asentamientos superficiales y diecinueve cuevas naturales.
Uno de los yacimientos de mayor interés lo constituyen los grabados rupestres de Tigalate Hondo, descubiertos por el especialista Luis Diego Cuscoy en 1958. La temática que ofrece el conjunto viene representada por espirales, círculos concéntricos y círculos sueltos. La técnica empleada para su ejecución es la del picado de la roca bastante profundo y distribuidos en dos bloques pétreos, uno situado en el centro del cauce del barranco y el otro dentro de la cueva del caboco.
El yacimiento arqueológico, formado por grabados rupestres y dos cuevas de habitación aborígenes, es parte de un conjunto arqueológico muy deteriorado, ya que en las proximidades de dichos grabados se encuentran dos posibles cuevas de habitación aborígenes reutilizadas en la actualidad. |