El templo romano de Vic está situado en la zona alta de la ciudad de Vic, en la Calle Pare Xifrer, en el corazón de Osona, Cataluña.
El edificio se construyó a principios del siglo II, época dorada del Imperio romano. Los templos eran una pieza básica de toda ciudad romana, aun así, se desconocía el paradero de éste en concreto hasta la tardía fecha de 1882. En el siglo XI, el templo fue cubierto literalmente por la estructura del Castillo de los Moncada, más tarde se convirtió en la residencia de los Veguers y finalmente, en la prisión de Vic. No fue hasta 1882, durante los procedimientos de derribo del viejo castillo, cuando los obreros avistaron con asombro un capitel corintio del antiguo templo romano de Ausa.
A pesar de las múltiples utilidades que tuvo el lugar, el estado del templo es sobresaliente. El pórtico con 8 columnas se eleva sobre el podio, donde se accede por una escalinata frontal. Las columnas son lisas, con los capiteles y el entablamento corintios coronando la cella. El edificio es una reconstrucción historicista del siglo XIX, idealizada en el modelo de los dos únicos restos que quedaban del original: un capitel corintio y un fuste de columna, así como las paredes de la cella que sobrevivieron formando parte del antiguo palacio de los Montcada.
El castillo que ocupaba el espacio del templo fue construido en el 897 por Guifré el Pilós y a partir del siglo XI fue propiedad y residencia de la familia de los Montcada que reaprovechó las cuatro paredes del templo para construir el patio central del castillo. Después se utilizó el edificio como residencia del veguer, sede de la curia real, granero de la ciudad y, finalmente, prisión y cantera. En el siglo XIX había perdido por completo su aspecto de fortaleza y se había convertido en un caserón ruinoso. Actualmente aún se conservan partes de las vueltas y paredes del castillo en los sectores norte y poniente. |