El yacimiento de Sa Canova, situado en la posesión del mismo nombre, a pocos metros de la carretera Artá – Colónia de St. Pere, es conocido principalmente por el monumentalismo del talayot que se conserva en él. Éste es conocido popularmente como sa Clova des Xot. Se trata de un talayot circular de hasta 5,5 m de altura y 16,2 m de diámetro, conservando 4,5 m la columna central. Estas características lo convierten en uno de los más imponentes de la isla. Formaba parte de un antiguo poblado talayótico, del cual aún se pueden observar restos de la muralla y de otras estructuras que podrían formar parte de habitaciones, de otros talayots, tanto circulares como cuadrados, y de un posible santuario. La fundación de estos poblados en la isla se sitúa entorno el año 1.000 y el 800 a.C.
El aspecto exterior impresiona por el tamaño de sus piedras, sillares de roca tallada de hasta cuatro metros de longitud por uno de altura, y por su perfecto encaje entre sí. El portal y el corredor de entrada son la parte más deteriorada del monumento, se ha perdido el dintel del portal y la cobertura del corredor.
En el interior nos encontramos con un gran espacio circular presidido por la columna central polilítica, de tipo mediterráneo (tambores irregulares más anchos arriba que abajo), y un pequeño camarín cerca de la entrada. Entre las piedras del suelo podremos reconocer las que son trozos de alguna de las grandes lajas de cobertura, que se distinguen por tener dos lados más o menos planos, paralelos, y un grosor aproximado de 30 cm. En muchos talayots, la cobertura de lajas y otras características parecen indicios de que éstos tenían dos pisos de altura; así el cubrimiento de lajas era el techo del piso inferior, a la vez que suelo del piso superior. Pero en el caso de este ejemplar, parece que estamos ante un piso único, porque la altura a la que está "recortado" el talayot es demasiado perfecta. No hay lados donde podamos ver una o más hiladas de piedras, sino que todo tiene la misma altura: exactamente la de la columna central y, por tanto del techo.
Este monumento perteneció a un gran complejo o poblado: en un área bastante amplia, podemos encontrar todavía los restos de varias construcciones talayóticas, entre ellas el hermoso talayot cuadrado de Canova d'en Morell. Pero, como todo este solar es un campo de cultivo, la mayor parte de las construcciones han desaparecido ya desde antiguo y para siempre. Quizás la enormidad de las piedras de este talayot ha hecho tan difícil desmantelarlo que le ha salvado la vida. |