LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

FACTORIA DE SALAZONES DE PORTUS ILLICITANUS

El conjunto identificado con la cetaria se trata de un complejo articulado en dos fases bien diferenciadas que hemos de identificar como la construcción del complejo productivo (Fase IIIa) y su ulterior ampliación (Fase IIIb). En su fase final se trató de un conjunto de, al menos, 1.400 m² teniendo en cuenta que en su lado occidental la excavación aún no ha concluido y podrían encontrarse nuevas estructuras. Entre las distintas partes hemos podido identificar e interpretar un conjunto de dependencias que nos ayudan a hipotizar el funcionamiento de este establecimiento productivo.

Sala de ventas y comercialización.
En primer lugar, habría que destacar la sala cuadrada (6,7 x 6,7 m.) situada en la parte septentrional del edificio que presenta un mosaico del que sólo se han conservado restos del marco. Se trata de un mosaico policromo que presenta decoración geométrica a base de cenefas enlazando nudos de Salomón y otras figuras. La sala se encuentra parcialmente desplazada respecto al conjunto de la factoría de salazones y es la única ornamentada con un pavimento de mosaico, por lo que nos inclinamos a pensar que no se trataría de una dependencia vinculada al proceso productivo, sino a tareas comerciales, para la venta y negociación de las producciones de la cetaria.

El área productiva de la factoría de salazones.
El área productiva ocupa la mayor parte de la superficie construida. Aprovecha, en parte, algunas de las estructuras de la Fase II, como se puede observar por la diversa orientación de los muros y, por tanto, la irregular forma de algunos de sus ambientes. Se articula en torno a una serie espacios cuya utilidad parece claramente definida:
∗ Sala de trabajo y despiece.
∗ Cisternas de agua dulce.
∗ Horno.
∗ Balsas de decantación.
∗ Fachada meridional porticada.

La sala de despiece y limpieza,
En primer lugar habríamos de destacar la existencia de una sala situada en el lado oriental del conjunto, junto a las cisternas de agua potable. Se trata de una pequeña sala de 6,15 x 4,2 m. con pavimento de opus signinum en el que en excavaciones pasadas apareció una gran piedra con calibres de plomo que se interpretó como una pesa. Cabe destacar la existencia de un desagüe, formado por piedras laterales y cubierta de tejas, que discurre desde su lado meridional y se extiende hasta lo que sería la parte externa del edificio. Dada la disposición de los tejados, probablemente, se tratase de una sala al descubierto o un pequeño patio.

La utilidad de este espacio ha sido tradicionalmente relacionado con la sala de despiece y limpieza del pescado. Se trataría del lugar donde se recibía, limpiaba, y preparaba el pescado para su conserva. Esta cetaria estuvo claramente vinculada a la producción de garum, como se demuestra por los restos de pescado hallados en los fondos de las balsas de decantación. Sin embargo, este hecho no impide que en otros momentos de la temporada se trabajase otro tipo de salazones, como los de gran tamaño, que también se prepararían en esta sala. Esta funcionalidad quedaría reforzada por su proximidad a las cisternas de agua potable, imprescindible para la limpieza del pescado y la preparación del garum. Además, dicha función quedaría reforzada por tratarse de un espacio abierto, para que ventile adecuadamente, y con un desagüe para evacuar las aguas y restos del trabajo conservero.

Las cisternas de agua potable.
En el lado oriental del conjunto productivo encontramos un gran depósito de agua (12,10 x 6,10 m.) dividido en dos por un muro central y jalonado por dos pilares centrales en cada mitad. La cisterna está cimentada "contra tierra", sin fosas de fundación, curiosamente dispuesta aproximadamente en los que en su día fueron los fosos septentrionales de la muralla del poblado ibérico de La Picola. Su construcción se materializa con un potente y macizo muro de opus caementicium, de 0,55 m. de amplitud aproximadamente, sobre el que encontramos distintas capas de revestimiento aislante y enlucido.

El horno de garum.
En las excavaciones de urgencia realizadas a finales de los años ochenta del siglo XX se descubrió un horno que, a pesar de no presentar vinculación estructural o estratigráfica con las estructuras de la cetaria, muy probablemente estaría relacionado con las actividades conserveras. Se trata de una estructura, de 10,5 x 4,3 m., situada a 35 metros al sur del cuerpo central de la cetaria, compuesta por tres partes: en el centro el ambiente de cocción (2,2 x 1,45 m.) dotada de hypocaustum, sustentado por 12 pilares de ladrillo de 0,7 m. de altura que forman la suspensura; una cámara de combustión secundaria al NW, y una sala adyacente (3 x 4,5 m.) pavimentada con opus signinum. Muy probablemente estamos ante un horno para calentar, reducir y concentrar, en su fase final, las salsas de garum que se decantaban en las balsas de la factoría de salazones. Mediante un calentamiento artificial se aceleraría el proceso de fabricación de las ricas salsas de pescado. En cualquier caso, también se podría apuntar la posibilidad de que se diera un uso compartido para la producción de sal, necesaria para preparar las conservas de pescado.

El conjunto de balsas de decantación.
El principal elemento identificativo de la cetaria es la aparición de dos conjuntos de balsas de decantación dispuestos en torno a un patio al que estarían abiertos para permitir la ventilación. La aparición de abundantes restos oseos de pescado en el fondo de estos depósitos ha sido el principal argumento para postular su relación con la producción de garum. Tras un somero proceso de selección, limpieza y manipulación para hacer la salsa, el producto resultante se colocaba en este tipo de depósitos para que fermentase y decantara. El análisis del material ictiofaunístico (salmonete, boga, sardina, boquerón, castañola, jurel y chucla) en los fondos de estas balsas ha podido confirmar la producción de garum.