LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

SALA DE LOS MOROS

La Sala de los Moros es un yacimiento arqueológico que se sitúa sobre el Cerro de Turruchel, de 908 m de altitud, en la zona oriental del término municipal de Argamasilla de Calatrava. Se considera un yacimiento de excepcional interés de acuerdo al papel histórico que pudo desempeñar en las diferentes etapas de su desarrollo, que comprende un periodo cronológico amplio al presentar una fase prehistórica de la Edad del Bronce (y tal vez también calcolítica) y otra protohistórica de la Edad del Hierro (periodo ibérico-oretano)

Durante la Edad del Bronce fue probablemente un lugar de hábitat, del que se conservan restos de estructuras (posible recinto perimetral, aljibe rupestre, covacha) y material arqueológico (cerámicas a mano)

Parece posible que la construcción del edificio monumental conocido como Sala de los Moros se produjo en la etapa protohistórica. La construcción de la Sala de los Moros reúne unas características que la convierten en un edificio monumental: ubicación privilegiada, visibilidad desde un entorno muy amplio, notables dimensiones, paramentos ciclópeos, técnica edilicia de calidad… Algunos aspectos de su tipología permiten ponerla en relación con los recintos fortificados y torres de época ibérica, mientras que otros permiten encontrar analogías con la arquitectura funeraria monumental de la Protohistoria. Debido a todo ello se puede considerar que se trata de un edificio bastante singular, tanto a nivel regional como dentro de la Arqueología de la Península Ibérica.

El conjunto de edificaciones que conforman la Sala de Los Moros se sitúa sobre la cresta del cerro del Turruchel, de planta más o menos triangular. Está formado por una construcción principal, restos de un recinto perimetral y, en sus inmediaciones, un aljibe excavado en la roca y covachas naturales con posible ocupación prehistórico e histórico. En el centro del conjunto sobresale el edificio principal, una gran construcción de tipo megalítico, de planta rectangular construida mediante bloques de cuarcita de tamaño mediano y grande, en ocasiones combinados con ripios y trabados en seco.

Es posible que el acceso a la cámara se realizase por el sur, donde el pasillo termina en un remate absidal fabricado mediante mampuestos y sillarejos de menores proporciones, que apoyan directamente sobre la roca madre, rebajada en talud para facilitar un acceso eventual. La laja que se encontraba sobre esta zona absidal se encuentra removida de antiguo.

Con respecto a su datación, los materiales cerámicos remiten a cronologías de la Edad del Bronce y, sobre todo, de la II Edad del Hierro, con fragmentos de cerámica a torno pintada ibérica, claramente pertenecientes al denominado tipo Valdepeñas (siglos V-III a.C.)

El análisis de la estructura, el tamaño del edificio y la existencia de la cámara interior, poco apta para la habitabilidad, así como la aparente inexistencia de restos arqueológicos que denoten una actividad doméstica o estructuras arquitectónicas de hábitat asociadas, son aspectos que parecen alejar a la Sala de los Moros de los modelos de recintos y torres fortificadas de época ibérica para acercarla, de alguna manera, a modelos funerarios, aunque, por otro lado, existen grandes diferencias en muchos aspectos con estos modelos y no existen paralelos análogos por su arquitectura y, sobre todo, por su ubicación.