LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

RÁBITA CALIFAL

El yacimiento más importante descubierto en el cordón de dunas litorales junto a la desembocadura del Segura es la Rábita Califal, sin lugar a dudas uno de los conjuntos religiosos más singulares de la cultura islámica en la península Ibérica. Presenta un edificio con plana dispuesta según un eje mayor de Levante a Poniente, formado por tres cuerpos, uno central y dos laterales que se cierran a Levante, separados por dos calles o espacios públicos que vertebran todo el conjunto. Estos tres cuerpos están formados por la sucesión de una serie de celdas-oratorios, de las que se cuentan veintidós, más seis dependencias o pequeñas estancias anexas. Todas las celdas-oratorios presentan una estructura similar, ya que disponen de un muro orientado al mediodía, también llamado muro de la quibla, por estar orientado hacia donde se encuentra la ciudad santa de la Meca. En el centro del muro de la quibla se emplaza el mihrab, una construcción en saliente, de planta rectangular al exterior. Su planta interior, por el contrario, presenta una estructura variada, que va desde la semicircular hasta la planta en forma de herradura.

En el cuerpo central de la Rábita se ha documentado una gran mezquita de dos naves en paralelo, separadas por un muro corrido donde se emplazan tres puertas que dan acceso a la nave principal.

En general la disposición de los muros de las celdas-oratorios, así como el carácter cúbico de los mihrab por su parte externa, le dan al conjunto una apariencia externa de fortaleza, remarcando de esta manera el carácter y la doble funcionalidad de la Rábita, esto es: la función religiosa y militar.

El abandono rápido y desorganizado del yacimiento ha permitido documentar con unas condiciones excelentes de conservación la cultura material: los candiles ara iluminar se aparecieron enteros en las hornacinas abiertas en los muros; las orzas que contenían aceite en un rincón de la celda, etc.