Polléntia es la única ciudad romana de la isla de la cual podemos disfrutar paseando plácidamente. Está en el pueblo de Alcúdia, en la entrada del municipio, ante las murallas renacentistas.
Según las fuentes escritas, el centro urbano fue fundado en 123 a.C., como fruto de la conquista de la isla por parte del cónsul romano Quinto Cecilio Mételo. Con este hito militar, también se fundó Palma. Las fuentes escritas hablan también de tres núcleos indígenas de relevante importancia: Bocchor (actual Pollença), Guium y Tucis. De estas dos últimas ciudades no se tiene constancia arqueológica.
La ciudad de Polléntia se fundó muy probablemente sobre un asentamiento indígena en la zona. A pesar de que la fecha de la fundación de Polléntia es el 123 a.C., los datos arqueológicos constatan que la ocupación romana, con la construcción del foro y otras infraestructuras, no se realizó hasta entrado el siglo I a.C., tiempo más tarde de la conquista. Sería en este momento que obtendría la categoría de colonia.
Este enclave ocupa una extensión aproximada de 18 hectáreas. El yacimiento en Alcúdia presenta varias zonas de interés: la Portella: zona residencial y de talleres, donde hay que destacar la Casa dels dos Tesors; el Foro, con los principales templos y una zona comercial de tabernas, calles porticadas y un mercado; el Teatro.
La colonia contaría con unos 4.000 habitantes según cálculos aproximados. Se trataría de una pequeña urbe si la comparamos con otras de la órbita romana del momento, pero en Mallorca sería un núcleo de población densamente poblado. La ciudad tendría dos funciones principales: la de puerto comercial y la de puerto militar. Sería un emplazamiento clave para el control de las rutas marítimas que conectaban la Península itálica y la Península ibérica, siendo Mallorca un enclave estratégico.
Portella: es el barrio residencial que encontramos en la entrada del yacimiento. En él se ha documentado un trazado viario, donde localizamos tres domus o casas, de las que destaca la Casa dels dos Tresors, con un atrio y una fachada principal que da a una calle porticada de la que se conservan algunas columnas. |