LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO TALAYÓTICO DE SA TORRETA DE TRAMUNTANA

El poblado talayótico de sa Torreta de Tramuntana está ubicado en la zona de Favaritx, cerca de Mahón, junto al predio de Torre Blanca, alberga un recinto de taula, llamativo por sus pequeñas dimensiones que, sin embargo, conserva todos los elementos característicos de los santuarios.

La taula permanece intacta y, en buenas condiciones, algunas pilastras y parte de la fachada. Ésta es recta y no cóncava. La arqueóloga británica Margaret Murray comenzó a estudiar el yacimiento allá en la década de los años treinta. Murray fue pionera en la investigación científica de la Menorca prehistórica y fue la encargada de documentar algunos de los elementos que se empleaban en los santuarios de taula (materiales óseos de corderos y cabritos, ánforas etc.). A diferencia de las taulas de Trepucó o Talatí es irregular, las líneas no son demasiado rectas y la parte superior no es plana. Además, la piedra capitel es, en proporción al soporte, muy pequeña. Tiene unos 4 mts. de altura y el estado de conservación del yacimiento en el que se encuentra enclavada es bastante notable. A su espalda tiene un nervio bastante amplio que lo recorre de arriba abajo. Su planta tiene forma de herradura alargada, pero sólo conserva una hilera de 21 grandes bloques correspondientes a la estructura interna.

La excavación halló también, a unos 1,37 m de la entrada, una especie de pavimento, de unos 19,5 cm de grosor, formado por fragmentos pétreos probablemente procedentes de una gran losa rota. Por debajo de estas piedras, había un lecho de arena fina que parecía haberse colado por las grietas dejadas por aquéllas y encima del pavimento se localizaron cenizas y carbones y algunos huesos de animales (de oveja, cabra y buey, posiblemente de una reutilización del edificio como establo). Bajo las piedras, había también huesos humanos, desordenados y mezclados con huesos de rata y de ratón.

Junto a la taula se hallan los vestigios del talayot, que posee planta ovalada. En concreto, se ubica en la zona más elevada del poblado, circunstancia que ayudaba a divisar y a controlar una gran porción de terreno. También se encuentra la primera hilada de piedras de una naveta.

En las excavaciones de este enclave, se han encontrado diferentes materiales arqueológicos: cerámicas de distintas épocas y con formas esféricas, globulares, con decoración digital y asas de suspensión del Bronce Inicial y formas carenadas y troncocónicas de base plana del Talayótico Inicial, junto con piezas de bronce, como una punta de flecha, brazaletes, una hoja triangular enmangada, brazaletes....