Este centro ceremonial parecía que podía corresponder a un poblado hasta que se emprendieron unas excavaciones que revelaron unas cuantas sorpresas. En primer lugar, se descubrió que en el "poblado" hay dos recintos de taula o santuarios, cosa única en la isla. Los dos santuarios (o recintos de taula) están bien caracterizados, uno al Este y uno al Oeste de un gran monumento central parecido a un talayot, por lo que se considera que So Na Caçana era una especie de santuario de referencia para los habitantes de esta zona de la isla.
El santuario "Este" está bastante destruido: de la piedra soporte de la taula queda un trozo que no llega a un metro de altura, y lo mismo ocurre con la pilastra exenta. Ninguna pared del recinto conserva una altura que supere 1,5 m. se conserva íntegra la piedra capitel de la taula, caída cerca de la piedra soporte.
El santuario "Oeste", adosado al monumento central, está en mejores condiciones. Conserva todo su perímetro interior, sus pilastras, su pilastra exenta, sus nichos en las paredes, e incluso algunas de sus pilastras conservan los capiteles que las rematan. La piedra soporte está casi entera, y tiene una pilastra que la apoya por la parte trasera. Unos metros más hacia el Oeste nos encontramos con otro posible talayot con restos de otras construcciones adosadas a él, pero todo este conjunto es menos monumental que la parte central.
También hay una necrópolis formada por dos cuevas naturales retocadas por el hombre y tres hipogeos. Su origen se sitúa en el Bronce Medio y es ocupado hasta la época romana, como lo demuestran restos arqueológicos encontrados en algunos de sus monumentos.
No se ha identificado ninguna vivienda de la Edad del Bronce pero por los espacios funerarios localizados en el interior del poblado y en su entorno inmediato queda claro que la zona estaba habitada desde la llegada de la primera gente a Menorca, hacia el 2.100 a.C. Esta gente se inhumaba en dólmenes y pequeños hipogeos (cuevas picadas en el subsuelo); de estos últimos se conservan varios ejemplos en So Na Ca çana.
Las construcciones más antiguas que podemos ver son los talayots. Las pocas viviendas identificadas son ya de la segunda Edad del Hierro o época postalayótica (550 – 123 a.C.). Se trata de grandes casas de tendencia circular y con diferentes habitaciones. La gente que vivía en estas casas era la misma que construyó los dos recintos de taula.
La prehistoria de Menorca finaliza en el 123 a.C. con la conquista romana de la isla, pero la mayoría de poblados talayóticos permanecerán habitados hasta la conquista aragonesa de 1.287. Prueba de ello son las seis tumbas islámicas localizadas durante la ampliación de la carretera, cerca de la entrada al aparcamiento del poblado.
Podemos encontrar en el asentamiento: ∗ Edificio de planta más o menos rectangular con la fachada cóncava muy destruida. Un portal central con escalón da acceso al interior, donde justo al lado de la puerta, a la derecha, hay un canto rodado encajado en la roca madre. En la cámara hay dos hogares y una columna central (la T del recinto de taula) apoyada sobre la roca con una especie de zócalo de piedras pequeñas. Este recinto de culto talayótico fue transformado en época romana y se habilitaron espacios cuadrangulares. Presenta un pavimento de losas de esta época y una moneda de Constantino el Grande permite precisar el final de su uso en el siglo IV d.C. ∗ Edificio con una superposición constructiva y varias remodelaciones. En origen fue de planta absidal construido con losas verticales sobre zócalo. Su fachada, de la cual se conservan las hiladas inferiores, sería reutilizada en el edificio posterior. Sobre este edificio se construyó otro, una casa de planta más o menos circular, con un hogar y patio central con cisterna de filtro que fue abandonada en la segunda mitad del siglo II a.C. Poco tiempo después volvió a ser reestructurado mediante un muro longitudinal y un hogar a la izquierda de la entrada. Hacia el cambio de era, se construye un nuevo hogar reutilizando pivotes y fragmentos de ánforas. El edificio se abandona definitivamente en el siglo III d.C. Es el edificio más monumental del conjunto. Presenta planta rectangular con fachada cóncava (20 m largo, 21 m ancho). Tiene un adosamiento en el sector norte. En la fachada se distinguen dos muros superpuestos: un muro ciclópeo de piedras muy bien alineadas y un muro interior que acabaría con dos posibles contrafuertes a cada lado. El del este está destruido y el del oeste es visible debajo del edificio o monumento 5. Los paramentos lateral y posterior están construidos en talud, con bloques colocados horizontalmente. El posible portal de acceso al interior fue clausurado con la construcción de un cuerpo rectangular, utilizado en el s. I a.C. Sobre este cuerpo, además se adosa un contrafuerte que cegó el portal o posible acceso al interior. ∗ Recinto de taula oeste. Este recinto religioso a cielo abierto destaca por la gran cantidad de nichos integrados en la pared, de los que no se conoce su funcionalidad, y por el contrafuerte posterior que presenta la piedra soporte de la taula. Este contrafuerte es más propio de la taulas que encontramos en la parte occidental de la isla. Pero si por algo es conocido el recinto de taula oeste de So Na Caçana es por tres piedras que encontramos en su fachada, a la izquierda de la entrada: una piedra pequeña y circular colocada sobre otra alargada y horizontal que, a su vez, está colocada sobre una gran losa vertical de tendencia triangular. Para algunos investigadores este conjunto forma la figura que se asemeja al simbolo de Tanit, quien fue la principal diosa de los cartagineses a partir del siglo V a.C. Era la diosa de la luna y la fertilidad y los púnicos de Cartago expandieron su culto por gran parte del Mediterráneo occidental. El contacto entre la colonia púnica y Menorca era lo suficientemente intenso no solo por el intercambio comercial con la colonia púnica de Ibiza sino también por la presencia de honderos baleares en el ejército cartaginés. Estos honderos fueron mercenarios de Cartago en sus guerras contra Grecia y Roma y a la vuelta introdujeron nuevos conocimientos y nuevas creencias en la isla, pero adaptándolas a su propio sistema de creencias y organización social. ∗ Talayot grande. El talayot grande de So Na Caçana no sólo destaca por su planta de tendencia cuadrangular con esquinas redondeadas y por estar construido a partir de diferentes cuerpos superpuestos sino, además, por una prospección electromagnética realizada a finales de la década de 1.980 que dejó entrever una posible cámara interna, aunque por ahora no existen evidencias arqueológicas de la misma. |