LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO TALAYÓTICO DE MONTEFÍ

El poblado de Montefí es un asentamiento de época talayótica que se usó hasta época romana. En su momento de máximo esplendor, era uno de los poblados más grandes del entorno cercano al puerto de Ciutadella. Sus características arquitectónicas y espaciales nos hablan de una población, típica de esta época, estrechamente ligada a la explotación ganadera y agrícola.

El poblado de Montefí tiene la singularidad de no tener recinto de taula, aunque no se debe descartar su presencia dada la destrucción que ha sufrido el poblado a lo largo del tiempo. Contiene los monumentos propios de un poblado talayótico: talayots construidos con la técnica ciclópea, necrópolis de hipogeos, cuevas naturales, silos de almacenaje, depósitos de recogida de agua, etc. Lo que se puede observar hoy en día es un conjunto de edificios y espacios construidos para el desarrollo de las necesidades y de toda la actividad cotidiana de un grupo de población estrechamente vinculada a la explotación ganadera y agrícola.

En la actualidad conserva tres talayots bien visibles (T1, T2 y T3, además de otro probable), porque en tiempos pasados al menos uno fue destruido cuando se construyó la carretera Mahón-Ciutadella. El talayot situado más al norte es de planta absidal con una monumental fachada cóncava. El de poniente se caracteriza por el tamaño gigante de las piedras con que se construyó. El del sur es de planta circular y tiene un corredor entorno de un cuerpo central macizo, que por un lado parece que subiría a un piso superior y por otro daría acceso a un lugar indeterminado del cuerpo central del talayot. La estructura interna no se puede observar claramente debido a los derrumbes de piedras, pero aparentemente una intervención en el mismo pondría al descubierto una interesante estructura arquitectónica.

Según los datos publicados desde antiguo, había muchos restos de estructuras ocupando la amplia superficie existente entre los talayots, que hoy han desaparecido de la vista a causa de los trabajos agrícolas que se han llevado a cabo en los últimos cincuenta años.

Dentro de la zona arqueológica hay también una notable necrópolis de hipogeos (doce según las fuentes antiguas), pero hoy en día casi todos están clausurados, rellenos de sedimentos. Se identifican seis y hay dos más probables. El más monumental está situado a 200 m al este del talayot del sur y es de notables dimensiones. Presenta un corredor de acceso (3,60 m de largo y 1,10 m de ancho) con restos de su cubierta. La cámara es polilobular, diferenciándose seis espacios. Tiene una columna exenta de sección cuadrangular en situación lateral. Fue empleado, originalmente, como espacio funerario.

El talayot 1 de Montefí, restaurado en 2014, es macizo y destaca por su planta en forma de herradura, con fachada plana y cuerpo redondeado. A media altura de la fachada se observa un portal, hoy tapiado, que daba acceso a la cima. Durante los trabajos de limpieza y restauración fueron localizados, al oeste del talayot, los restos de un edificio que permanece sin excavar. Y se colocó una gran base de molino junto al muro que hay al norte del monumento. Esta base fue extraída de su sitio cuando se eliminaron las ruinas del campo en el que se encuentra el talayot para poder cultivarlo.

En toda la superficie de la zona arqueológica se observan fragmentos de cerámicas talayóticas, púnicas y romanas. Durante la ejecución de las obras de la Ronda Sur, en 2.005 se llevó a cabo una excavación arqueológica de urgencia en el tramo del camino Vell, que puso al descubierto un área de almacenaje y producción de época talayótica formada por diferentes elementos excavados en la roca madre: diecisiete silos, ocho depósitos, diferentes secciones, canales y agujeros, algunos con losas de cubierta y agujeros de poste o improntas de las estructuras que sostendrían porches o cubiertas. También se descubrieron muros de época romana y un hipogeo funerario del Naviforme I (1.750 – 1.400 a. C.), sin sedimento arqueológico. Toda esta área queda cubierta y protegida con el objetivo de volverla a recuperar cuando se habilite el nuevo acceso de este camino.