LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO IBERO LA MOLETA DEL REMEI

Situado sobre una colina junto a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, este emplazamiento acoge lo que fue un antiguo poblado ibérico costanero con población ininterrumpida del siglo VII al II a.C., con fuertes vinculaciones al tráfico comercial mediterráneo de la época, que tomaba el atajo hacia el interior por el Ebro. Contaba con unos habitantes de la tribu de los ilercavones que desde aquí controlaba los excedentes de otros asentamientos de la zona y los intercambiaba por productos de lujo con otros pueblos del Mediterráneo. Presenta una trama urbanística en un sorprendente buen estado de conservación, aspecto que le confiere una gran importancia dentro del conjunto patrimonial ibérico de Cataluña.

El poblado está estructurado como un recinto encerrado detrás de muros voluminosos, surcado por calles que trazan recorridos en circunvalación. En el interior están las plantas rectangulares de las viviendas adosadas a la muralla y una serie de espacios de uso diverso: desde zonas comunitarias y privadas hasta equipamientos donde se llevaban a cabo actividades culturales, económicas y políticas del poblado. Se han encontrado, entre estos equipamientos, evidencias de la presencia de zonas de almacenaje de grano, descuartizadores y obras de metalurgia. Los tres edificios especiales que se han encontrado destinados a almacenar cereales, nos hablan de la importancia del poblado, tanto en cuanto al número de habitantes, como al comercio que mantenía con otros poblamientos.

El yacimiento cuenta con un recinto fortificado con sistemas defensivos monumentales, murallas con torres y bastiones que no tienen finalidad militar. En su interior se han identificado calles de circunvalación y casi todas las viviendas están adosadas a la muralla. Se han localizado tres edificios que podrían tener función de culto, donde se han encontrado inhumaciones infantiles. También cabe destacar el sistema defensivo, de doble muralla y torre.

Al margen de las construcciones, se han encontrado también varios conjuntos de utillajes, algunos propios y otros seguramente fruto del contacto y de intercambios con algunos de los pueblos mercaderes que transitaban la zona, como los fenicios. A estos precisamente pertenecen los pithoi, grandes jarrones de bronce que servían como receptáculo para enterramientos.