LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO DE LA MOLA

El poblado de la Edad del Bronce de La Mola está situado en lo alto de un espolón que se descuelga desde la sierra de Mariola hacia el norte y que se levanta a sesenta metros de altura sobre la Hoya de Agres.

No cabe duda que el entorno donde se encuentra La Mola favoreció la existencia de un asentamiento humano estable, dada la abundancia de recursos naturales, así como la situación en un corredor de gran importancia en el trasiego de influencias culturales a lo largo de la Historia comunicando dos ríos de gran importancia en la prehistoria, el Serpis y el Vinalopó. La búsqueda de dominio visual, habitual en la Edad del Bronce, nos permite disfrutar de unas inmejorables vistas de la Hoya de Agres.

La potente estratigrafía del yacimiento indica un asentamiento continuado durante muchos siglos lo que hace a este yacimiento uno de los de más larga ocupación de toda la Comunidad Valenciana. Se pueden diferenciar tres niveles claros de habitación y posiblemente exista otro fundacional que se extienden desde el Bronce Antiguo hasta el principio de la Edad de Hierro. Parece que los primeros pobladores eran un grupo reducido que posteriormente creció en número e importancia, construyendo entonces el gran muro que recorre de rste a oeste el poblado con una anchura de entre 1,5 y 3 metros y que es la estructura más importante del poblado debido a su antigüedad y robustez. Esta fuerte muralla debió tener una finalidad defensiva y también de prestigio, siendo muestra de una sociedad jerarquizada que podía afrontar este tipo de obras. Posteriormente esta estructura perdió su función de defensa original con el crecimiento que se dio en la siguiente fase de ocupación, convirtiéndose en un muro de contención al que se adosan otras estructuras defensivas y de hábitat. De este periodo se conservan varias habitaciones o suelos de cabañas de tendencia cuadrada pero con los ángulos redondeados, alguna de ellas con restos de hogares y hoyos donde se alojaban los postes que sujetaban las techumbres, siendo este lugar uno de los pocos donde se conservan restos tan completos de habitáculos de este periodo.

La última fase de habitación corresponde al Bronce Final–Hierro Antiguo, entre los siglos IX y principios del VII a.C. Destaca la variedad de materiales que ponen en contacto a este poblado con variadas influencias culturales de la época. Por una parte han aparecido materiales asimilables a la Cultura de los Campos de Urnas del NE de la Península Ibérica, siendo la Mola hasta el presente el yacimiento más rico y representativo de esta cultura en la provincia. También han aparecido formas y decoraciones de momentos finales de la Cultura de Cogotas lo que relaciona el yacimiento con los pueblos de la meseta. Y para más complejidad hay otros elementos que lo relacionan con el mundo atlántico como un modelo típico de fíbula y el molde de fundición de hacha de talón de anilla. El importante lote de marfiles de colmillo de elefante recuperado en la Mola constituye una elocuente evidencia de que las comarcas interiores de la provincia de Alicante mantuvieron relaciones comerciales con las culturas mediterráneas. Los objetos de marfil documentados en los niveles del Bronce Final de la Mola nos muestran las primeras evidencias del comercio fenicio llegado a las costas alicantinas. Su llegada a estas latitudes ilustra las importantes relaciones costa-interior a través del importante corredor del Vinalopó. A través de intercambios comerciales con otros poblados del bronce de esta zona llegarían hasta aquí estos productos exóticos.