LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO TALAYÓTICO DE ES ROSSELLS

Situado en las afueras de Cas Concos —Felanitx—, se trata de espacio rocoso, con mucha vegetación. Tiene más de 300 metros lineales de muro que debía medir más de cuatro metros de altura y casi 7.000 m² de superficie.

Este poblado es una de las joyas escondidas de la protohistoria de Mallorca. Aunque es perfectamente conocido en círculos de prehistoriadores y arqueólogos, nunca se han llevado a cabo en él excavaciones arqueológicas. El poblado conserva todo el perímetro de su muralla, y el interior está lleno de paredes y otras ruinas que han sido totalmente invadidas por la vegetación. Los únicos habitantes que quedan aquí son los acebuches y otros matorrales que se han ido instalando sobre las ruinas de este poblado.

Hay un posible talayot al lado del principal acceso al poblado pero, mientras no se lleven a cabo unas excavaciones, poco más podemos ver. Si nos internamos por el camino que atraviesa el poblado, veremos que el suelo está atiborrado de trozos de cerámica, casi como si nadie haya interrumpido la quietud de este lugar desde su abandono por los Mallorquines ancestrales.

Por los restos de cerámica y de otra índole se puede saber que ya estaba habitado desde tiempos del bronce —VII a.C. — A medida que se levantaba el poblado se fue construyendo la muralla que recuerda a la del poblado cercano de Ses Talaies de Ca′n Jordi. Según las cerámicas encontradas el poblado debió abandonarse en torno el siglo IV d.C. Se han hallado cerámicas de Ibiza, África, Italia y árabes.

Construir la muralla supuso un gran esfuerzo en cuanto suponía mover grandes bloques de piedra. Teniendo en cuenta una población estimada de 230 habitantes de los que sólo 118 estarían en condiciones de realizar esta tarea llevaría más de treinta años levantar esta construcción.