El yacimiento de Els Castellans está situado entre los términos municipales de Cretas y Calaceite (Teruel). Es un pequeño asentamiento, posiblemente de carácter aristocrático, fuertemente fortificado con apenas una decena de espacios habitables y dotado de unas medidas defensivas excepcionales en el que vivirían las élites sociales y que pudo ser utilizado como fortín militar y lugar de almacenamiento de excedentes agrícolas o productos comerciales.El poblado, de unos 70 x 30 m. de ejes mayores, fue excavado en su práctica totalidad por P. Bosch Gimpera entre 1915-16. Sus restos se extienden sobre una elevación montañosa de forma alargada, con calle central y casas de planta rectangular adosadas a ambos lados de la misma.
Las excavaciones pusieron al descubierto un interesante asentamiento con disposición urbanística de calle central con casas de planta rectangular adosadas a sus lados. En el norte, esta calle central acaba en unas escaleras que permiten el acceso a un gran bastión que protege por ese lado el asentamiento. El bastión, de forma curvilínea, presenta en algunas zonas una potencia de hasta 9,5 metros y es macizo, salvo por un espacio cuadrangular en el centro y dos espacios absidiales abiertos hacia el interior. Por delante de este potente bastión, se identifican dos antemuros alternados con dos fosos poco profundos. El acceso original se practicaría desde la zona suroeste, donde habría una rampa de acceso y una escalera con varios muros escalonados. En el lado contrario se encuentra una poterna rupestre, excavada en la roca, que se cubriría con una trampilla de madera.
El conjunto estaba protegido por una muralla hecha a base de grandes sillares de la que se conservan restos en el lado Norte. Su puerta de acceso se localiza en el lienzo Oeste, donde se observa una escalera tallada en la roca que permite salvar el desnivel existente. En la zona Suroeste hay una serie de muros que pueden formar parte de un torreón semicircular y un foso que también serían parte del sistema defensivo del poblado.
Los diferentes trabajos de excavación llevados a cabo en el yacimiento sacaron a la luz restos de cerámica tanto ibérica como de importación que permiten establecer su cronología entre los siglos VI y II a.C. |