El yacimiento arqueológico del El Oral se encuentra en el municipio de San Fulgencio, muy cerca de la carretera nacional que comunica Alicante con Guardamar. El Oral es uno de los poblados íberos más antiguos de la provincia de Alicante, fue habitado entre los siglos VI y IV a.C. Se encuentra situado en un saliente de la Sierra del Molar a 40 m sobre el nivel del mar desde donde, en su día, dominaba visualmente la gran albufera (desecada en el siglo XVIII) que formaba el rio Segura en su desembocadura. Es un excelente ejemplo de planificación de poblado de época ibérica antigua, con claras influencias semíticas, posiblemente relacionadas con asentamientos anteriores del Bronce Final y de época Orientalizante como Peña Negra y La Fonteta. Este poblado íbero debió tener bastante relación con el cercano poblado fenicio de la Fonteta, que se encuentra entre los pinares de las dunas de Guardamar. Los contactos comerciales entre ambos poblados facilitaron la creciente influencia orientalizante en la conformación de la cultura ibérica.
En el Oral se conservan los cimientos de numerosas dependencias. En algunas de ellas se aprecian los lugares donde se hacía fuego, hogares circulares formados por piedras alrededor de los cuales harían vida las familias que vivieron en El Oral. Lo más llamativo del yacimiento es el arranque de una de las torres que protegía el poblado por el Norte, lugar más accesible del cerro donde se encuentra el poblado. La torre se puede ver desde el exterior del vallado. Por el Sur, Oeste y Este el cerro tiene mayores pendientes que facilitaban la defensa.
Desde El Oral se ve la desembocadura del río Segura. Las vistas que tenían los pobladores íberos de El Oral eran muy diferentes a las que hoy se disfrutan desde aquí. La llanada que se extiende entre el Oral y Guardamar por la costa y hacia Elche por el interior, era una gran marisma. La cercanía de esta marisma, que proveía de agua, caza y pesca en abundancia es uno de los lugares con más yacimientos arqueológicos de la provincia de Alicante: El Oral, la Fonteta, la necrópolis de Cabezo Lucero, la Escuera, la necrópolis de El Molar, etc. Pero su riqueza natural no fue el motivo principal de esta importancia en la protohistoria levantina. Esta zona fue punto de contacto entre íberos y fenicios, entre los antiguos pobladores indígenas y las gentes llegadas desde el oriente del Mediterráneo. Desde El Oral, extendiendo la mirada por la llanura donde hoy transcurre el río Segura encauzado y domado, estamos viendo tierras de penetración y difusión de influencias traídas del Mediterráneo oriental, que tuvieron mucho que ver con la formación de la cultura ibérica. Desde el poblado de El Oral no sería extraño ver hace 2.500 años a los barcos púnicos acercarse a fondear en la desembocadura del río Segura. No sólo traían productos que esperaban intercambiar a buen precio. En sus cubiertas también llevaban influencias culturales que cambiaron la historia de estas tierras levantinas.
No se encontraron muchas piezas arqueológicas en el yacimiento. Tampoco hay restos de incendio que pudieran hacer pensar en la destrucción del poblado en un ataque. Todo esto hace pensar a los investigadores que en un momento dado el poblado fue abandonado por sus habitantes llevándose sus posesiones. Es posible que la población se trasladara al cercano poblado de la Escuera. A pesar de la escasez de materiales, destaca un jarro de bronce (olpe) griego o etrusco. Esta pieza, junto con cerámicas áticas, cáscaras de huevo de avestruz y otras evidencias, son muestra de los contactos comerciales que mantenían los íberos de este poblado. Seguramente estos materiales llegaron aquí fruto del comercio con la Fonteta que a su vez los traería de sus lugares de origen. |