LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

POBLADO IBERO DE EL FORAT

La sierra de Crevillente tiene una puerta de entrada muy especial, se encuentra en lo que hoy se denomina Els Pontets, nombre referido al vistoso acueducto de origen islámico restaurado hace algunos años que se encuentra en este paraje. A pocos metros del acueducto un estrecho paso de poco más de 10 metros de anchura entre los montes de Pic de les Moreres y El Forat da acceso a los caminos del interior de la sierra. Un paso histórico que servía para atravesar la sierra y que fue formado por la erosión producida durante milenios por el agua del Barranco de la Rambla que aquí se abría camino hacia la laguna del Hondo. Este curso de agua fue posteriormente encauzado en tiempos islámicos para abastecer a la ciudad de Crevillente. De Els Pontets salen caminos que llevan a otros yacimientos arqueológicos como el de Peña Negra o la Ratlla del Bubo, hábitat del Paleolítico.

Este paso que forma del barranco de la Rambla tenía que ser guardada en la antigüedad debido a su valor estratégico. Esa necesidad defensiva es seguramente el origen del yacimiento arqueológico ibérico de El Forat. Por eso el poblado íbero se sitúa junto a la cresta rocosa que flanquea el paso por el oeste. Desde su ubicación se tiene un control excepcional de los dos lados del paso. Así se divisa una gran panorámica hacia el mar con la actual ciudad de Crevillente que no existía cuando los íberos ocuparon el lugar. Y, por otro lado, se divisa también el interior de la sierra.

Aunque se hicieron excavaciones arqueológicas en El Forat a finales de la década de los 80 el yacimiento tiene mucho que ofrecer todavía. Aun se aprecian estructuras arquitectónicas como tramos de la muralla que protegía este poblado-recinto defensivo. También podemos ver restos de casas sobre todo en el sector excavado, junto a la cresta rocosa. Allí se excavaron al menos seis estancias. Como es habitual en el mundo íbero las casas o estancias tienen planta rectangular y sus paredes se levantaban con un zócalo de piedra que es lo que hoy podemos ver sobre el que se levantaban los muros de barro o adobes. Las estancias tienen una medidas aproximadas de 3x3 metros.

Pero quizás los más vistoso de este yacimiento arqueológico es la muralla que baja desde estas casas por la ladera acotando un espacio aun sin excavar. La muralla se puede seguir aun hoy en un tramo de 40 metros al menos. Llama la atención el tamaño de algunas de las piedras de la muralla, bastante más grandes que las utilizadas para los zócalos de las viviendas. Se ha datado este yacimiento arqueológico en la época ibérica plena es decir entre los siglos V – IV a.C. pudiendo llegar su ocupación hasta el siglo III a.C.

También se ha documentado en el yacimiento lo que parece ser una cisterna en el exterior del recinto amurallado. Probablemente sea de época islámica por la cerámica aparecida en sus alrededores. Se cree que el alto de El Forat también pudo ser ocupado en tiempos islámicos por los que construyeron el sistema de conducción de agua del barranco de La Rambla del que forma parte del acueducto de Els Pontets.