El yacimiento de Cabeza de Moncalvo se ubica en un cerro de naturaleza esquística situado en un entorno de sustrato granítico. El alto queda delimitado por el río Huebra y el arroyo de La Arañera en todo su perímetro excepto por el SE, donde se observan los vestigios de la muralla que conforman una puerta en embudo defendida con un bastión que se enfrenta a un afloramiento. Se conservan restos de dos lienzos diferentes, uno interior y otro exterior. En uno de los sillares del interior se observa una inscultura zoomorfa de tipo yeclense.
Durante la campaña del año 2002 sólo se recuperó un canto trabajado del tipo 1.10 de la clasificación de Querol, correspondiente a un momento indeterminado de la Prehistoria. Se trata de un canto globular aplanado de cuarcita que presenta en uno de sus extremos un filo bifacial. Además, se observan intensas huellas de su empleo como percutor en uno de sus extremos y en la totalidad del perímetro no afilado, mostrando además en el centro de una de sus caras planas un pequeño rebaje circular, adivinándose la presencia de otro similar en la cara opuesta que ha sido casi totalmente eliminado por la realización del filo. Esos rehundidos parecen haber sido originados por percusión indirecta al haberse empleado la pieza como yunque, debiéndose señalar que percutores con este tipo de huellas se documentan en los yacimientos de cronología prehistórica de la provincia de Salamanca. Al no haberse documentado más restos materiales, se ha mantenido la cronología propuesta en el Hierro II seguro, y Romano Altoimperial y Tardorromano posible. La extensión considerada para el enclave es de 4, 90 Ha.
Datos tomados de las fichas de inventario. De L. A. Caño García. |