La cultura ibérica se formó en gran parte debido a las influencias de fenicios y griegos sobre un sustrato poblacional previo que habitada la costa mediterránea de la Península ibérica allá por los siglos IX-VII a.C. Uno de los puntos claves en este origen de la cultura ibérica es la provincia de Alicante. La influencia fenicia llegó desde el mar, cosa lógica al tratarse de estos importantes marineros que movidos por el comercio recalaron en las costas alicantinas. Los fenicios crearon en la pinada de Guardamar la ciudad fenicia conocida como La Fonteta de la que aún podemos ver los restos arqueológicos.
El yacimiento de la cima de la sierra de Camara es otro de los pocos yacimientos donde ha perdurado esta huella fenicia. Aunque todavía el yacimiento arqueológico no se ha excavado científicamente han aparecido en las prospecciones centenares de cerámicas de origen fenicio relacionadas culturalmente con las cerámicas fenicias de Peña negra. Además algunas contienen grafitos y marcas, en cuantía superior a la mayoría de los yacimientos orientalizantes de la Comunidad Valenciana.
Por tanto, podemos seguir una vía importante de penetración de la influencia fenicia en tierras alicantinas. Esta vía de influencia cultural empieza en la ciudad fenicia costera de La Fonteta, pasó sin duda por la importante ciudad de Ilici en la Alcudia-Elche, se fusiona con la cultura autóctona en Peña Negra y avanza por el histórico corredor del Vinalopó siendo el yacimiento de la sierra de Camara punto clave en esta expansión ya que controla todo el corredor del Vinalopó desde su estratégica posición elevada.
El yacimiento se encuentra en la plataforma superior de la sierra de Camara a más de 800 metros de altitud. Pertenece al municipio de Elda. En la parte superior de la Sierra se encuentra una zona más llana que cae desde el actual vértice geodésico hacia el norte-noreste. Esta explanada es el lugar donde debieron estar las casas del poblado. Allí se han encontrado la mayor parte de las cerámicas que relacionan este yacimiento arqueológico con las influencias fenicias.
El poblado orientalizante de la cima de la sierra de Camara surgió hacia los años 750 – 700 a.C. Era un estratégico centro de control viario y comercial. No cabe duda que el emplazamiento del poblado orientalizante de Camara estaba perfectamente elegido. Desde la cima de la sierra de Camara se tiene un dominio extraordinario de todo el Valle del Vinalopó. Este corredor comunica la costa alicantina con la meseta y a la altura de Villena además enlaza con el corredor de Yecla que lleva a Murcia y Andalucía. El yacimiento de Camara domina esta gran vía de comunicación, comercio e influencias culturales. Por aquí pasaban las principales veredas ganaderas y de comercio del cereal además de la sal que se explotaba en las salinas de la zona de Villena. La sal en esa época tenía una gran importancia, usándose incluso como moneda de cambio.
El poblado estuvo fortificado, aunque debido a la falta de excavaciones arqueológicas no se pueden apreciar estructuras de las viviendas si podemos ver parte de la muralla que defendía el enclave. Se encuentra en el acceso más fácil a la cima de la sierra y al poblado. De hecho el sendero que lleva a lo alto de la sierra de Camara atraviesa el tramo de muralla visible. La muralla se encuentra en el sector oeste del yacimiento arqueológico. En los flancos norte, oeste y sur los fuertes escarpes protegen de manera natural el poblado. Por tanto la muralla defendía la parte más desprotegida del poblado protohistórico.
No sabemos si los que vivieron en el poblado fueron fenicios, gentes autóctonas claramente influenciadas por los fenicios de Peña Negra y la Fonteta o una mezcla de fenicios y autóctonos. Sólo las excavaciones arqueológicas pueden sacarnos de la duda. |