Los Petroglifos de Bealo están alrededor de una explanada donde se encuentra la capilla de San Román. Allí podemos observar un montón de petroglifos horadados en las rocas de granito. La mayoría de estos petroglifos tienen su origen en el neolítico, aunque algunos fueron horadados en una edad más moderna, como números y figuras que seguramente señalizaban un camino que pasaba por allí, los petroglifos prehistóricos representaban la fertilidad y se pueden ver claramente las figuras del hombre y la mujer entre otros símbolos de difícil interpretación, también podemos ver agujeros circulares que bien podrían representar el manto estrellado que podían divisar desde aquella zona.
Uno de ellos destaca por encima de los demás. Se trata de una alargada figura en forma de serpiente que tendía su origen en la época castreña y estaría relacionada a los citados restos históricos. Comparten soporte con esa serpiente varias insculturas, destacando por su número los cruciformes, al que J.A. Fernández sitúa entre los siglos XVI y XVIII. Además de otros posibles significados hay que tener muy en cuenta el vínculo de la serpiente con la idea de fecundidad. La cultura e historia gallega recoge noticias de algunos lugares de Galicia en donde había determinadas piedras conocidas como "camas de pedra" en las que dormían marido y mujer con la finalidad de solucionar sus problemas de esterilidad. La existencia en Bealo de una roca que responde a las características de las camas de piedra; el grabado de serpiente que hay que enmarcar en la Cultura Castreña; el abundante folclore relativo a la fertilidad existente en la zona; y los evidentes signos de cristianización de este espacio (una gran cantidad de cruces que acompañan al "serpentiforme", puede significar que este es un lugar donde se han llevado a cabo prácticas derivadas de una religiosidad primitiva que con el tiempo fueron tomando un cariz cristiano.
Entre los grabados de Bealo están los de la "Laxe n° 1". Tiene una superficie aproximada de 50 metros cuadrados y forma varios planos a diferentes alturas. Tiene tres partes; la primera es una roca muy singular por un conjunto de diaclasas o líneas naturales que la atraviesan formando un cuadriculado casi perfecto; también este factor sin duda intervino en la elección de la roca. En su parte alta hay un pequeño promontorio y en él un primer grupo de huecos. En la parte 2 hay un número de 400 huecos. En la parte 3, posterior de la 2, hay algunos cruciformes, pero sobretodo cazoletas o huecos, algunas de ellas muy grandes. |