La necrópolis de Arteara es un yacimiento arqueológico de la cultura indígena de la isla de Gran Canaria en las islas Canarias. Es el mayor cementerio de los indígenas Canarii. Se encuentra junto a la localidad de Arteara, en la margen derecha del barranco de Fataga. Consta de más de 809 enterramientos tumulares, construidos aprovechando las piedras que recubren la zona, consecuencia de un espectacular derrumbe de la montaña adyacente denominada de La Cogolla. Ofrece una extensión de 137.535 m² rodeados en sus inicios por un muro de piedra seca, que hoy todavía sigue en pie y perfectamente visible en varios lados del perímetro.
Construidos en piedra seca, presentan una cista donde se coloca el cadáver a modo de caja mortuoria de piedra seca y una estructura superpuesta o torreón que la cubre. Dispuestos sin ninguna razón aparente en todo este enclave de malpaís, con distintas configuraciones estructurales como por ejemplo: troncocónica, piramidal, circular, rectangular, etc.
En cuanto a la cronología, una datación obtenida en este yacimiento ofrece la fecha del siglo V a.C. hasta entrado el siglo XVIII, es decir, la población del barranco de Fataga siguió usándola siglos después de la conquista castellana, sumando 2.300 años de uso de este cementerio aborigen.
Arteara ha sido también centro de estudios astronómicos, descubriéndose el extenso conocimiento que de los astros debían tener los antiguos canarios, hasta el punto de levantar el "Túmulo del Rey", en un lugar estratégico para que el sol lo ilumine justo en el día del equinoccio. |