LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

NAVETA DE RAFAL RUBI

El yacimiento arqueológico de Rafal Rubí está formado por dos navetas funerarias datadas entre el Bronce Medio y Final, aunque en la zona se han encontrado materiales que datan del siglo xv, lo cual implica que su uso se alargó hasta la época medieval. Son tumbas colectivas del mismo tipo que la naveta des Tudons pero de dimensiones más pequeñas y con la particularidad de estar muy próximas una a la otra. Ambas tienen una losa perforada de acceso a la cámara interior, que está dividida en dos niveles.

Naveta Norte
Esta es una de las navetas de mayores dimensiones y más bien conservadas de la isla. Fue excavada y restaurada en 1968, cuando se añadieron las dos hiladas superiores de la fachada. Es de planta absidal alargada, de 13,6 metros de longitud total y 9 metros de anchura máxima. La altura máxima en la fachada es de 3 metros, mientras que mide 6 metros de anchura en la fachada. Alcanza 4 metros de altura máxima en un lateral, mientras que en el ábside sólo conserva 2 metros.

El corredor de entrada mide 2,20 m de longitud, 0,65 m de anchura máxima y altura de 0,70 m, y da acceso a la cámara a través de una losa perforada con entrada y rebaje rectangular (de 0,59 m por 0,64 m). Entre la losa perforada y la entrada existe un corredor vertical que da acceso a la cámara superior, que no fue excavada en el momento de la restauración del conjunto. Esta chimenea conserva 1,90 m de altura por 0,60 m de anchura máxima. La cámara, rectangular, mide 6,8 m de longitud máxima por 2 m de anchura máxima, mientras que su altura es de 2 m.

Actualmente el ábside se encuentra destruido y falta probablemente una de las losas de cubierta, conservándose sólo cinco grandes losas de ésta. La fachada es ligeramente cóncava y está construida con bloques relativamente regulares, con hiladas horizontales en el paramento exterior.
br>La habitación inferior había sido utilizada como lugar de cobijo para el ganado en días de lluvia y ya no conservaba restos arqueológicos. Pero hay noticias de que, a principios del siglo XX, todavía había huesos humanos.

En la cúspide, se identifica perfectamente lo que era la habitación superior y se conserva la mayoría de losas que la cubrían. De aquí se recuperó un conjunto de huesos que corresponde a un mínimo de 44 individuos, entre hombres, mujeres y niños, y entre los cuales destaca un cráneo trepanado.

Los cuerpos eran introducidos a través del estrecho corredor. Los que iban al piso superior los subían por la chimenea y los que se inhumaban en la habitación inferior eran introducidos a través de la losa perforada que da acceso. El rebaje que hay alrededor del agujero indica que después se colocaba algún elemento de cierre de madera o piedra.

Una vez esqueletizados, los huesos se arrinconaban hacia el fondo y hacia los lados de la habitación. Gracias a datos de otras excavaciones se sabe que los cráneos eran tratados con más cuidado que el resto de huesos y se colocaban tocando con las paredes.

Naveta Sur
La naveta sur o meridional mide 13,75 metros en su eje longitudinal, por una anchura máxima de 8,70 metros. La fachada es recta, mide 8 metros y en el centro se abre el portal, formado por una estructura trilítica de grandes piedras, que da acceso a un corredor pseudorectangular —de 0,85 metros de ancho—, que a su vez da a una losa perforada con una puerta rectangular y rebaje periférico —de 0,50 metros de ancho por 0,70 metros de alto—, que actualmente se encuentra rota y desgastada en su parte inferior.

La planta de la cámara inferior es de forma pseudorectangular, con los lados ligeramente curvados. Mide 6,40 metros de longitud y 2,40 metros de anchura máxima. La altura de la misma es de 2,30 metros, y está cubierta por 6 grandes losas de piedra caliza de unos 3 metros de largo que se apoyan sobre el muro de aparejo ciclópeo irregular. Debe resaltarse que sobre la entrada, entre la segunda y la tercera hilada, a 1,20 metros de la roca madre, se localiza una repisa formada por una losa (0,95 metros de profundidad); también en el ábside de la cámara se localiza una repisa formada por dos losas planas, también entre la segunda y la tercera hilada, a 1,30 metros de altura y de 1,20 metros de profundidad.

A finales de los años sesenta fue objeto de una excavación arqueológica dirigida por G. Roselló que proporcionó fragmentos de cerámica del Bronce Medio (naviforme II), de formas globulares y esféricas. También se encontraron dos objetos de metal, una cuenta bicónica de bronce y un fragmento de torques o varilla, también de bronce.

Desde el techo del pasillo se abre un corredor vertical —de una anchura media de 0,80 metros— que da acceso a la cámara elevada. Esta, de la que sólo se conservan dos hiladas, tiene forma oblonga de extremos rectos. Durante la excavación de la cámara superior se pudo comprobar que "los intersticios de las losas de la cubierta se habían taponado con esquirlas de caliza trabadas con barro negruzco" (Rosselló-Bordoy, 1971)