Marroquíes Bajos es la denominación que recibe un sitio arqueológico ubicado en la ciudad de Jaén. Se trata de un asentamiento donde se aprecian cuatro fases definidas de ocupación: calcolítica, ibérica, romana y medieval islámica: ✱ Neolítico: Las primeras evidencias de ocupación constatadas en la Zona Arqueológica reflejan la existencia de un pequeño campamento estacional neolítico, fechado en la segunda mitad del IV milenio a.C., compuesto por estructuras semisubterráneas de entre 1 y 1,5 m de diámetro, dedicadas a diversos usos (funerarios, productivos, etc.) ✱ Calcolítico: Durante el Calcolítico (principios del III milenio hasta mediados del II milenio a.C.) el asentamiento consistía en una macro-aldea que llegó alcanzar las 35 ha con funciones claramente definidas y aún compartidas (habitacional, defensiva, funeraria, de almacenaje, etc.), donde el reaprovechamiento de estructuras y las remodelaciones serían constantes. El espacio habitado se organizaba en una serie de anillos concéntricos delimitados por un sistema defensivo de fosos de agua flanqueados en su lado interior con empalizadas de madera y muros de adobe o piedra, presentando a veces bastiones y accesos. El sistema de fosos permitía recoger el agua procedente de los manantiales del Cerro de Santa Catalina facilitando así su distribución hacia las zonas de huerta que quedaban entre los respectivos fosos. Se han llegado a contabilizar hasta cuatro anillos seguros y otros dos probables, con una extensión de 30 ha seguras y 120 ha probables en el caso extremo. De esta forma, el diámetro oscilaría entre los 650 m seguros hasta los 1.900 m probables. Las estructuras destinadas al hábitat se ubicarían en los anillos definidos entre los fosos y empalizadas. Estas estructuras estarían igualmente excavadas en la roca, teniendo planta circular y sección acampanada, y con tamaños y profundidades variables. También se advierten otras estructuras cónicas o cilindro-cónicas, realizadas con entramado vegetal de ramas y barro, cuyo perímetro estaría definido por una zanja excavada en la roca, y sustentadas por postes clavados en hoyos excavados igualmente, dando una imagen similar a un tipi indio. Finalmente, un tercer tipo de estructura de hábitat serían las cabañas de planta oval o circular con zócalo de piedra. tras estructuras a destacar son las destinadas a almacenaje, que conforman un paisaje de numerosos silos excavados en la roca, de planta circular y sección acampanada o en U. Respecto a las estructuras funerarias, destacan las fosas con enterramientos múltiples, con características similares a las destinadas al hábitat, así como pithoi.La aldea se funda hacia el 2.800 a.C. como consecuencia de la agregación poblacional provocada por un contexto de conflicto por la tierra, se consolida como gran poblado en torno al 2500 a.C. gracias a la intensificación agrícola posibilitada por la construcción de un extenso sistema de captación y distribución de agua, y desaparece hacia el 2.000 a.C. por la formación de las primeras unidades domésticas campesinas que hace fracasar la base social y económica de la aldea, al comenzar a producir para la familia y no para la comunidad. ✱ Fase ibérica: El asentamiento ibérico es de menores dimensiones que los anteriores. En este caso la mayoría de las construcciones se hallan semiexcavadas en la roca y realizadas con materiales perecederos. ✱ Fase romana: Los restos hallados indican una cronología romana republicana y una ocupación importante en los siglos I y II d.C. De este período destacan diversas estructuras relacionadas con el cultivo de regadío como canales, pequeñas balsas y una gran cisterna de opus caementicium destinadas para aprovechar el gran potencial hortícola de la zona. También se han podido documentar materiales procedentes de la parte residencial de una villa, estucos, teselas, junto a construcciones de planta absidal. La excavación de uno de los solares sacó a la luz una necrópolis de inhumación con tumbas antropomorfas excavadas en el sustrato geológico. La datación preliminar indica una cronología tardorromana o altomedieval cristiana. ✱ Fase islámica: Se pueden destacar varias circunstancias peculiares del poblamiento de este período, como la densidad de la dispersión de construcciones emirales, la rápida destrucción de las viviendas califales y la compleja configuración del conjunto de construcciones almohades. El sector central de esta Zona Arqueológica se caracteriza por la reutilización de estructuras romanas durante el período almohade, así como restos de edificaciones de época emiral y califal. También hay que destacar en esta área el hallazgo de un posible molino hidráulico. ✱ Fase cristiana-contemporánea: Finalmente, se conservan construcciones relacionadas con la ocupación más reciente de la zona desde el primer asentamiento cristiano hasta nuestros días, como un alfar o edificaciones rurales dispersas. |