Los Toscanos es un yacimiento arqueológico fenicio situado en una isla en la desembocadura del río Vélez, en el municipio de Vélez-Málaga, en la provincia de Málaga, de mediados del siglo VIII a.C. Su emplazamiento debió ser una bahía que penetraba hacia el interior, con su puerto en una zona resguardada dentro del estuario de la desembocadura del río.
No se conoce el nombre en fenicio. Como era común en los emplazamientos fenicios, en las cercanías se daban las condiciones predilectas de este pueblo para sus enclaves coloniales: abundancia de agua dulce, posición aislada y fácil de defender, buena comunicación con tierras del interior y tierras de cultivo que permitía cierta autarquía al lugar.
El yacimiento fue descubierto por casualidad en medio de la búsqueda de otro asentamiento, en este caso griego, el de Mainake. En la actualidad, los Toscanos es una excavación arqueológica en proceso, que permite intuir el trazado urbanístico de casas alineadas en calles o plazas, de planta regular, zócalo de piedra, adobe para los paramentos y techos aterrazados. Los diversos tamaños de las viviendas pueden indicar las diferencias sociales de sus inquilinos. Uno de los edificios más grandes, de unos 150 m², de cuidada factura ubicado en el centro, pudo cumplir funciones administrativas e incluso de templo, y estuvo destinado a almacén de mercancías, tuvo doble altura y superficie repartida en tres naves, construido en el siglo VII a.C. periodo más próspero de la colonia. Para entonces la población se estimaba entre 1.000 y 1.500 habitantes.
Restos de metales como hierro y cobre hallados en los Toscanos, así como moluscos de la especie murex, usado por los fenicios en su tradicional industria textil como tinte natural, indican algunos aspectos de su economía, a la que hay que sumar la agricultura, la pesca y la ganadería. También se han hallado restos de cerámica griega de época arcaica (kotylai), como vasijas y ánforas.
La necrópolis de este emplazamiento se encuentra en Cerro del Mar, en la margen oriental del río Vélez, en Almayate. Como muchas de las colonias fenicias en la península ibérica los Toscanos no alcanzaría la categoría de ciudad hasta el siglo II a.C. ya en época prerromana. Por alguna razón, ya en el año 550 a.C. fue abandonado. La impresión que se desprende de los Toscanos es que se trataba de un modesto centro de comercio fenicio adaptado a las necesidades de la población ibérica local, o que tenía una especial importancia, aunque tiene bastante relevancia si se quiere comprender cómo los íberos se transformaron mediante el contacto con los pueblos procedentes del Mediterráneo oriental. |