Las ruinas romanas de Los Bañales se localizan en el término municipal de Uncastillo (Zaragoza). Fue el centro de una zona fuertemente romanizada, cuya actividad económica se centraba en la producción y comercio agrícola del cereal principalmente. La parte residencial de la ciudad estaba asentada sobre un poblado prerromano, que podría datar del siglo IV a.C., situado en el cerro de "El Pueyo". La zona monumental se encontraba en el llano y es allí donde se localizan el foro, las termas, el acueducto, el templo, además de una serie de calles pavimentadas y de un arco honorífico, desaparecido en la actualidad. El conjunto se data en la segunda mitad del siglo I d.C. y su abandono en el siglo III.
Del foro perviven dos monumentales columnas de orden toscano y el basamento de otras que formaban parte del pórtico. También han sido hallados restos de un muro y un graderío en la ladera del Pueyo, que corresponderían al templo.
El edificio de las termas, aunque deteriorado por los diferentes usos que ha tenido a lo largo del tiempo, es uno de los que mejor se conserva en Aragón. Se accedía a través de un pórtico de tres arcos de los que se conservan los apoyos, bajando a continuación a la sala de bancos o sala de espera. Tras atravesar un pasillo abovedado se accede al "apodyterium" o vestuario, en cuyos muros se disponen una serie de hornacinas para guardar la ropa. A continuación se pasaba al "frigidarium" o sala de baños fríos, posteriormente a la habitación templada o "tepidarium" y, a través de ésta, al "caldarium" para el baño caliente. Existía el "laconicum" o sauna y también otros elementos, ya desaparecidos, característicos de este tipo de construcciones, como el horno y el "hypocastum". Además durante los trabajos de excavación fueron halladas lucernas, agujas de hueso para el pelo, fragmentos de botellitas de vidrio para aceites y ungüentos y tubos de cerámica y de plomo para la conducción del agua.
Con el fin de abastecer de agua a las termas, al poblado y, por medio de ramales, a las villas, se construyeron una presa, hoy colmatada, y un acueducto. Del acueducto se conservan 32 pilares, aproximadamente la mitad de los que tenía la construcción en origen. Estos están construidos con bloques de piedra montados en seco y aparecen dispuestos en curva. El canal de la parte superior por el que circularía el agua, estaría hecho de madera. La construcción data de un momento posterior a la segunda mitad del siglo I d.C.
En los alrededores han sido hallados los restos de la necrópolis con estelas y lápidas. |