La colonia romana de Libisosa se encuentra junto a la actual Lezuza, localidad del Campo de Montiel, en el occidente de la provincia de Albacete. Situada sobre un alto promontorio, el territorio contaba con abundantes recursos hídricos, agrícolas y cinegéticos que favorecieron desde la prehistoria el asentamiento de comunidades humanas, favorecidas además por la existencia de salinas en su proximidad y de rutas ganaderas de trashumancia que la proporcionaron una gran riqueza.
En Libisosa dejaron sus huellas tres etapas de la historia: la íbera, la romana y la medieval. Los romanos llegaron a esta próspera ciudad en el año 180 a.C. atraídos por el río y por su valor estratégico y defensivo. La ciudad era el paso desde la Meseta hacia Andalucía y de Levante a Extremadura y Portugal. Este cruce de caminos era vital para que Roma emprendiese la conquista del sur de la península.
En la ladera norte del oppidum se están excavando los restos de la ciudad ibérica oretana, en la que, articulados por dos calles orientadas en sentido norte-sur, han aparecido ya 16 departamentos de diversas dimensiones, con plantas de tendencia rectangular, y funcionalidad doméstica y artesanal. Sus muros están construidos con un zócalo de mampostería, con los alzados de adobe. Los materiales hallados son variados y numerosos (siglo III a.C.)
Sobre el asentamiento indígena oretano, se estableció la colonia romana "Libisosa Foroaugustana" (siglo II a.C.), que según Plinio tenía derecho itálico. El cognomen es bastante explícito sobre la inicial intervención romana en este territorio.
En un rellano situado cerca de la parte más elevada del cerro, fueron halladas unas estructuras vinculadas a la primera instalación romana, que cubren y amortizan una fosa votiva, que contenía una enorme cantidad de cerámica ibérica de época tardorrepublicana, junto a algunos materiales de clara filiación romana.
A comienzos del reinado de Tiberio se regulariza esta área y se construye el foro, articulado en torno a una gran. El ingreso principal se halla en su parte oriental, que coincide con el centro geométrico de la plaza, y que también da acceso a sendos pórticos, a derecha e izquierda. El lado meridional lo ocupaba la curia. En el lado septentrional del foro se dispone un gran edificio, que sufrió una destrucción parcial, y fue remodelado a finales del siglo I d.C. con la construcción de una fuente monumental. En el lado occidental se sitúa la basílica, de planta rectangular.
Algún peligro de carácter militar y urgente, vinculado a la época de las guerras sertorianas, produjo la destrucción del barrio iberorromano, el allanamiento de la zona, y la construcción de una muralla de 3 m de anchura que rodea la parte más alta del cerro, delimitando una extensión aproximada de 8 Ha. Se conocen, hasta el momento, tres puertas de acceso al oppidum, e indicios de una cuarta, todas ellas defendidas por sendos bastiones laterales de tendencia cuadrangular. Después de amurallar la ciudad, el Imperio declaró a esta población colonia romana Libisosa Forum Augustana. |