LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

ERCÁVICA

Ercávica es el nombre de una antigua ciudad romana, con la categoría de municipio, que se encuentra en Cañaveruelas, localidad cercana al embalse de Buendía, en la provincia de Cuenca.

En el contexto de la campaña de 179 a.C. de Tiberio Sempronio Graco por las tierras de Celtiberia, se nombra por primera vez la ciudad de Ercávica. Tito Livio narra cómo la célebre y poderosa ciudad de Ercávica, impresionada por los desastres sufridos por otros pueblos del contorno, abrió sus puertas a los romanos. Tito Livio narra que esta rendición no fue sincera y que cuando Graco retiró sus tropas de esa comarca, las hostilidades volvieron a comenzar. La ciudad de la que habla Tito Livio es la ciudad celtibérica, de la que la ciudad romana tomó el nombre. La actual ciudad romana de Ercávica, que se encuentra situada en un promontorio sobre el río Guadiela, corresponde con el solar de la antigua ciudad celtibérica. Lo que se conoce como antigua ciudad celtibérica situada a escasos kilómetros del margen contrario del río corresponde en realidad a un campamento militar datado en las guerras sertorianas, hoy inundado por las aguas del pantano.

A partir del siglo II a. C. la ciudad fue adquiriendo el aspecto típicamente romano, con un trazado regular y delimitada en su perímetro por una muralla. Del mismo modo contaba con los edificios tanto públicos como privados propios de una ciudad romana. Fue bajo el mandato de Augusto, entre los últimos años del siglo I a.C. y los primeros del I d.C., cuando se culminó la edificación de la ciudad.

En el periodo inmediatamente posterior (Julio-Claudios) Ercávica adquirió el estatus de municipio, dentro de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, coincidiendo este periodo con la etapa de mayor plenitud, durante los siglos I y II. A partir del siglo III, la ciudad fue sufriendo un lento declive que provocará su definitivo abandono entre los siglos IV y V. Posteriormente la ciudad fue conocida como Arcávica y mencionada en los Concilios de Toledo como sede episcopal, posteriormente trasladada a Cuenca.