LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

DOLMEN DEL TESORILLO DE LA LLANA

El sepulcro megalítico del Tesorillo de la Llaná fue un hallazgo del siglo XXI, situado en las afueras de Alozaina, hacia el sureste, en una ladera del Cerro Ardite, cerca del Río Grande. Mide 7 metros de longitud por, como máximo, 2 de anchura, con tres espacios claramente diferenciados: cámara circular, antecámara ovalada y un corredor, más abierto en su entrada, separados entre sí por sendas estructuras de paso consistentes en dos grandes piedras planas posicionadas verticalmente, ligeramente inclinadas la una sobre la otra y entre ellas un escalón, formando un triángulo. La fábrica empleada en la cámara alterna el uso de ortostatos, grandes losas verticales con mampostería plana y enripiada (pequeñas piedras a modo de calce). En la antecámara se utiliza mampostería casi aparejada, o con hiladas a la misma altura en buena parte de su recorrido, y también enripiada, que es el mismo sistema que se usa para el corredor. En el momento de su construcción, esta última sección posiblemente quedó al aire libre, conservando en la actualidad parte de su enlosado, mientras que las otras dos estancias estarían cubiertas por un túmulo y su suelo estaría formado con tierra apisonada. El dolmen se levantaría hacia el 2.600 a.C., fase denominada Cobre Pleno, dentro del período Calcolítico, apareciendo un escaso ajuar asociado a este momento. El sepulcro se derrumbó en un momento posterior y fue reutilizado (sin túmulo, cobijas, ni corredor) 1.000 años más tarde, en la Edad del Bronce (fase tardía), proceso similar al desarrollado en buena parte de Europa. De este período apareció un ajuar más numeroso consistente en cuentas de concha, espirales de plata o punzones de cobre.