El dolmen de Soperún I es una pequeña joya arqueológica que se dio a conocer en los años 70 por un grupo de arqueólogos del Museo Provincial de Huesca. Se publicó una foto en la Carta Arqueológica de España, Huesca y desde entonces nunca más se supo de él. Se tiene constancia de su vecino el dolmen de Soperún II, muy visitado aunque sin losa de cubierta. Despues de varias visitas y busquedas fallidas por la zona en busca del dolmen de Soperún I, por fin está localizado.

El conjunto del dolmen se compone de dos ortostatos que forman la cámara funeraria y una gran losa de cubierta que cubre la estructura. Todo el conjunto es de material conglomerado muy abundante por la zona, destacando un gran canto rodado incrustado en uno de los ortostatos. El túmulo está casi desaparecido.