LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

DOLMEN SES ROQUES LLISES

Muy cerca del poblado de Torre d'en Galmés. Presenta un corredor rectangular, o quizás ligeramente trapezoidal, y enlosado que conduce a una cámara, en el presente caso totalmente rectangular, a través de una losa con una perforación ovalada, con el orificio enmarcado por un rebaje que seguramente era utilizado para empotrar algún tipo de puerta.

Al corredor, se accedía desde el Sudoeste por un escalón formado por una losa colocada en plano, y toda la construcción fue levantada con grandes losas (seis para la cámara) colocadas de canto sobre la roca madre o sobre un zócalo y a veces calzadas con piedras de pequeño tamaño, dándose el caso que la del ábside muestra dos grandes orificios que la atraviesan, ambos, según parece, naturales, y probablemente anteriores a la colocación en su sitio de la piedra, pero el superior con un rebaje probablemente artificial, lo cual nos lleva a suponer que tuvieron alguna función, aunque ignoramos cuál. En el interior de la cámara, fueron hallados tres ortostatos caídos que debieron formar parte de su sistema de cubierta. Del túmulo que cubría total o parcialmente la tumba, ovalado, se conserva parte de la pared de contención de la zona norte.

El yacimiento fue excavado en 1.974 recogiéndose un cierto número de restos humanos, tan fragmentados que resultó imposible establecer el número de individuos a los cuales correspondían, y su posición en el interior del sepulcro, así como un amplio conjunto de materiales: cerámica, en ocasiones decorada con motivos incisos o adheridos, un botón de hueso rectangular y con perforación en V, un pequeño cuchillo de bronce con lengüeta, un fragmento de punzón de sección cuadrada, también de bronce, y dos fragmentos de otros tantos brazaletes de arquero de pizarra, así como una piedra cónica de formas redondeadas que ha sido interpretada como un posible betilo (una especie de idolillo).

Seguramente fue levantado a finales del tercer milenio a.C., perdurando su uso, según se deriva de la presencia de cerámicas incisas, hasta más o menos el 1.500 a.C. —Pretalayótico (2.000 – 1.400 a.C.)—. De todas formas, hay quién eleva un poco su cronología, tanto en lo que se refiere a su construcción, hacia el 2.500 a.C., como al final de su uso, en torno al 1.800 a.C.