Situada a unos 6 km del centro de Friol y a escasos metros de la carretera que une este ayuntamiento con la ciudad de Lugo, encontramos una de las antas mejor conservadas de la provincia. Forma parte del conjunto de las medorras de Agruña y es la única que puede observarse, ya que las demás están cubiertas de maleza.

Se trata de un pequeño dolmen con cámara de estructura poligonal tendente a circular con una piedra cobertora monolítica y sin vestigios del corredor de entrada, orientado hacia el suroeste. Conserva seis ortostatos y la loseta o "tampa" está apoyada en tres de ellos. El ortostato número seis se encuentra apoyado en la loseta oblicuamente y sobresale por encima de ella, por lo que es fácil suponer que no está en su posición original. Su interior está pintado casi en su totalidad, con líneas en zigzag, dispuestas horizontalmente, alternándose las líneas en rojo con las de color negro que hoy en día están prácticamente desaparecidas. Se halló un vaso campaniforme que se convirtió en una excepción en los yacimientos megalíticos gallegos.

La técnica de construcción de esta cámara es semejante a la de otras con su forma. En principio se abrió en agujero circular en el suelo y con la tierra extraída se formó un terraplén que sirvió de ayuda para la colocación de las losas laterales en la base de las que se acumuló tierra hasta cierta altura para asegurar su colocación, creando a continuación un plano inclinado que ayuda a arrastrar la tapa hasta su lugar. El material utilizado para las losas es un esquisto cristalino, abundante en ese lugar.

Este monumento megalítico parece que no llegó nunca a ser cubierto de tierra, posiblemente porque sus constructores se vieron obligados a abandonar la zona sin completar los enterramientos previstos.