En su categoría es el de mayor tamaño de España. Está datado en el cuarto milenio antes de Cristo.
El dolmen está formado por un largo corredor cubierto, de casi 20 m de longitud, que da acceso a la cámara mortuoria. Un pasillo adintelado conduce a una cámara mortuoria que originalmente debió de alcanzar los 5 metros de altura, y que estaba cubierta de un manto de tierra que ocultaba a la vista dicha cámara. En su interior se ha encontrado ajuar funerario formado por cuchillos, puntas de flecha, y placas de pizarra, resultado de las tareas de excavación más importantes que han tenido lugar en el dolmen (años 50 del siglo XX), por el prestigioso arqueólogo Martín Almagro Basch. Además de los restos de ajuar funerario, anteriormente descritos, Almagro encontró un fragmento de cerámica de un vaso campaniforme. El corredor y la cámara fueron repetidamente saqueadas, seguro desde época romana y en etapas posteriores.
La cúpula se cubrió con una gran losa, de la que, a priori, no quedan vestigios a primera vista. La estructura de cámara y corredor estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo. El túmulo era reforzado por bloques de piedra que ejercieron el papel de contrafuertes para evitar que la estructura se viniese abajo, pues la presión de las piedras que forman la cámara mortuoria es enorme. Estas lajas formaban un círculo alrededor del perímetro del dolmen. |