Considerada una de las sepulturas más singulares de Extremadura, nos ha llegado en un estado de conservación excepcional.
Se construyó excavando en el caleño hasta una profundidad de 2 m, tiene una longitud total de 15,40 m. Dividida en tres tramos, los 7 m primeros corresponden a la rampa de acceso, continua con 4 m de corredor que desembocan en una cámara circular, techada con una falsa bóveda, de 4,60 m de diámetro. El elemento que más destaca, y más novedoso, es la construcción en el subsuelo, siendo la falsa cúpula y el túmulo que la cubría las únicas partes aéreas. El carácter subterráneo, permitió que al derrumbarse la bóveda, se sellara todo su contenido llegando hasta nuestros días. br>Su antigüedad es de 4650 años (tercer milenio a.C.) según los análisis de C14, se utilizó como enterramiento colectivo (lo habitual en la época) durante unos 1000 años. En total se entierran 109 individuos, los huesos aparecen muy deteriorados y revueltos por toda la cámara, pero se pudo detectar un individuo colocado en posición fetal que es como originariamente se depositaban.
La tumba no solo es considerada un lugar de enterramiento, también cumple la función de lugar donde residen los antepasados y posiblemente recibieran culto por considerarse mediadores de las peticiones que se realizaban a las divinidades. En este sentido interpretamos que la orientación de la tumba proyectada para que el sol penetre a través del corredor en la cámara el día más corto del año (durante el solsticio de invierno) puede estar motivada por una ceremonia que se realizara para ofrendar la luz del sol nuevo a sus difuntos. |