LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

DOLMEN DE CUBILLEJO

El Dolmen de Cubillejo (también llamado de Mazariegos) es un monumento megalítico del tipo sepulcro de corredor que se halla en el pago denominado Dominustecum, en Cubillejo de Lara, término municipal de Mambrillas de Lara, en la provincia de Burgos. Se encuentra sobre un pequeño espigón formado por la confluencia de dos arroyos. Aunque el sepulcro ya era conocido por los lugareños, no fue desvelado hasta 1.970, año en fue excavado.

El hallazgo más sorprendente es el de un hermoso brazalete o pulsera circular obtenido a partir de una concha de Glycymeris o pedúnculo de coloración blanca. El origen mediterráneo de estas conchas marinas y la presencia insólita de este adorno en tierras interiores de la Península evidencia la necesidad de un comercio con la periferia litoral desde Levante, seguramente a través del Ebro; como se admite que sucedió con las primeras industrias geométricas epipaleolíticas del sur del País Vasco. El hallazgo de este brazalete es revelador de las relaciones mantenidas por la población del Oriente de la Meseta con el Levante hacia la segunda mitad del IV Milenio.

Se encontraron, además de los restos humanos de cuatro individuos, cuatro hojas de silex, un nódulo, un alisador, dos cuentas de collar de calaíta de coloración verdosa, dos pequeños fragmentos cerámicos de Vaso Campaniforme adornados con dibujos incisos: una banda horizontal que encierra trazos paralelos verticales y otra con incisiones en zig-zag formando una retícula o malla.

La estructura megalítica del dolmen responde a la denominada "sepulcro de corredor" por estar constituida por una cámara funeraria y un corredor de acceso enterrados en un túmulo de tierra y piedras. El túmulo que rodea al megalito es sin lugar a dudas la parte peor conservada del monumento. Está ligeramente definido y es de escasa envergadura, condicionando su forma a las aristas y pendientes de los arroyuelos que lo limitan y erosionan, así como las zanjas y desescombros efectuados en su investigación. Se intuye una planta ovalada, coincidiendo su eje mayor con la orientación del corredor, y una altura no muy notable, pese a que algunos ortolitos de la cámara se aproximan a los 2 m.

La cámara es de planta circular de entre 4,5 y 6 m. de diámetro compuesta originariamente por once ortostatos de caliza y conglomerado, de los que se conservan diez de ellos, en su mayoría bloques naturales sin labra o cantería procedentes de alguna pequeña cantera cercana, dispuestos verticalmente e inclinados hacia el interior para facilitar la cubrición. La altura de los bloques, hecho poco común, no es uniforme, alcanzando el mayor de ellos los 2,25 m. de alto y 0,40 m. de grosor; por lo que se justificarían ciertos rebajes rectangulares y semicirculares destinados a la cubierta y que se observan en la parte superior de los bloques más bajos.

Uno de los elementos característicos del dolmen y que ayudan a emparentar el megalito con los modelos occidentales extremeño-salmantinos es el anillo pericameral, compuesto de catorce bloques tan grandes como los camerales ceñidos exteriormente a la cámara; existiendo entre ésta y el anillo un relleno deliberado de piedras de pequeño tamaño. La funcionalidad de este anillo peristalítico consiste en la mayoría de los dólmenes en la contención de las tierras del túmulo, a modo de contrafuerte, si bien existe en otros un espacio de tránsito entre el anillo y la cámara. La existencia de este anillo peristalítico vincula al dolmen de Cubillejo con el megalitismo occidental de la Península, los monumentos de la Beira (Portugal), extremeños y salmantinos. Existen entre ellos, además del peristalito, varios elementos de cohesión, como proximidad, sincronismo de los sepulcros y ajuares homogéneos y típicos.

El corredor o galería, orientado al Sureste, está formado por dos paredes paralelas de seis lajas cada una, dispuestas de forma apaisada y con algunos refuerzos exteriores. Su longitud es de 10,5 m., 1,5 m. de anchura y altura decreciente, como es habitual, desde los 1,5 m. en la entrada de la cámara hasta los 0,75 m. en el extremo opuesto.

La parte más desconocida y menos conservada de los dólmenes es la cubierta. En la cubierta de la cámara se observó en el suelo, durante las labores de limpieza, el hoyo que probablemente sirvió para clavar el pie o pilar central. Se apreciaron otras dos concavidades circulares en el interior del corredor. Y es fácil que todo el corredor estuviese cubierto con dinteles semejantes al que se colocó en la entrada a la cámara, el cual se hallaba caído dentro del pasillo antes de las labores de 1.970. Los suelos de cámara y corredor se hallan sin pavimentar ni empedrar, formados por arcilla compacta.

Uno de los grandes bloques del corredor tiene un panel de grabados. De entre ellos son fácilmente reconocibles dos cuadrúpedos muy esquemáticos y un dibujo ramiforme o pectiniforme doble. No se ha podido determinar la coetaneidad de estos petroglifos con la erección del megalito. Si los grabados hubieran sido realizados cuando se construyó el monumento se podrían entroncar con un estilo reconocible en el arte levantino. Sin embargo, es probable que los grabados fueran hechos con posterioridad a la construcción del dolmen.