Entre las cumbres de Domaio y Xaxán, a una altura de 548 m, se encuentra una zona llana que en Galicia se denomina como "chan". Es en este "chan" donde se levanta un monumento funerario que se construyó hace más de cinco milenios. El dolmen se encuentra en el punto más alto del Morrazo, el Monte Faro (de 622 metros), donde cerca de la cima se encuentra el Dolmen-Mamoa de Chan da Arquiña.
La Península del Morrazo es, una de las zonas arqueológicas más ricas de Galicia. Hay que recordar que los antepasados cubrían estos enterramientos pétreos con tierra, dando lugar a la forma característica de "mama", de donde proviene el nombre de "mamoa".
Los túmulos o mámoas son de planta normalmente circular u ovalada. Sus dimensiones varían de los 30 metros de diámetro a un mínimo de 12 metros, con una altura máxima de 4 metros. Los sepulcros que se encuentran en el interior de estas mámoas son de dos tipo: Dolmen de cámara simple y Sepulcros de corredor. Los dólmenes de cámara simple son de planta circular o rectangular. Los sepulcros de corredor son de planta circular, poligonal, trapezoidal o circular. Las dimensiones de estos sepulcros, contando el corredor, no sobrepasan los ocho metros de longitud total.
Es probable que el monumento haya sufrido alteraciones a lo largo de su historia, sobre todo debido a expoliaciones provocadas por los buscadores de tesoros. El dolmen Chan de Arquiña se encuentra semienterrado, pudiendo observarse los restos circulares de la mámoa que recubría antaño el monumento. Consta de una cámara poligonal compuesta de 11 piedras verticales y de un corredor, compuesto de 5 piedras verticales. |