LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

DOLMEN DE LA CHABOLA DE LA HECHICERA

La Chabola de la Hechicera es un dolmen situado en Elvillar, Álava, en el País Vasco. Tres grandes piedras verticales soportan una gran piedra plana horizontal. Nueve piedras grandes forman la cámara en una forma poligonal. El pasillo está hecho de piedras y se divide en dos mitades.

Fue descubierto en 1935 por Álvaro de Gortázar en un estado bastante bueno de conservación. Se han encontrado un hacha pulida de ofita, fragmentos de cerámica y restos humanos, siendo al menos de veinte adultos y nueve niños. Entre los objetos se hallan armas, útiles, vasijas, adornos, hachas de piedra pulimentadas, útiles de sílex, puntas de flecha, un diente de hoz, cuentas de collar en hueso, mineral y cobre, un colgante en piedra verde y un vaso campaniforme. La piedra en la parte superior se encuentra dividida en tres partes, pero fue restaurada y reemplazada en su posición original. Entre los años 2010 y 2014 se reconstruyó el túmulo manteniendo la técnica original imbricado las piedras de manera que se sostienen una con otra sin necesidad de añadir un encintado de grandes piedras para sujetarlo y se identificó y señaló un espacio ritual a la entrada, antes del corredor consolidando la cámara funeraria.

Su historia nos traslada hasta hace unos 5000 años siendo erigido por gentes neolíticas que practicaban la agricultura y ganadería. Fue utilizado hasta hace 3000 años en una etapa correspondiente a la Edad de Bronce. El dolmen es de tipo sepulcro corredor y está formado por tres partes bien diferenciadas: la cámara, el túmulo y el corredor. El túmulo era originalmente un montículo semiesférico de piedras que cubría todo el monumento. Fue construido con piedras planas de arenisca que fueron colocadas de manera superpuesta. En el extremo del túmulo se hallaban dos muros divergentes que pudieron conformar un espacio de antesala del recinto en el que pudieron practicar rituales funerarios. Desde estos muros arrancaba el corredor por el que se accedía a la cámara, que, cubierto con el túmulo, creaba una especie de pasadizo. El corredor estaba orientado al Sur-Sureste y estaba compuesto por cinco losas con una piedra transversal a modo de cierre en la entrada. La cámara, situada al fondo, estaba conformada por nueve losas verticales. Junto con el corredor, son las partes más conocidas de estos monumentos.

Con el paso de los siglos el monumento perdió su función funeraria y su túmulo fue utilizado como cantera de extracción de piedra. A su vez se fueron cultivando los alrededores e incluso parte del túmulo, salvo el entorno más cercano a la cámara.