El Casetón o La Casa de los Moros son los nombres que recibe un dolmen situado a menos de un kilómetro al noroeste del pueblo de Arrabalde. Se ubica en la terraza superior del río Eria, dominando todo el valle. El monumento se encontraba muy deteriorado por el intenso laboreo agrícola. Conservaba en pie cinco ortostatos. durante la excavación se halló un nuevo bloque pétreo caído hacia el interior y cuatro improntas o zanjas de cimentación pertenecientes a otros tantos ortostatos desaparecidos, de la misma manera se conoció un corredor, orientado al sureste. Se encuadraría dentro de un periodo Neolítico entre finales del IV milenio e inicios del III milenio a.C.

El dolmen se corresponde con la variedad de sepulcro de corredor; en el momento de la excavación el túmulo había desaparecido por completo, y todo el sedimento había sido alterado por repetidas remociones y rebuscas. Posee un magnifico corredor de acceso al mismo, que va a desembocar en la cámara de planta circular. Únicamente se pudo documentar la existencia, en el interior de la cámara y asentados sobre el mismo nivel en el que lo hacían los ortostatos ortostatos de gran tamaño, de varios hoyos de poste y de un hogar con carbones. Los materiales arqueológicos recuperados, restos de los ajuares en su día depositados junto a los muertos, no son muy abundantes. Entre ellos destacan varios útiles de sílex y un hacha de piedra pulimentada, además de algunos objetos de adorno, como un par de cuentas de collar discoides de pizarra y una cuenta de variscita.