Este Dolmen, también llamado, Lamoina I pertenece a un tipo de monumentos megalíticos avanzado, de gran perfección constructiva, denominados "de cámara y corredor", distinto a los dólmenes sencillos encontrados en Alcántara. Está formado por una cámara circular construida con grandes piedras, todas semejantes llamadas «ortoxtatos», del mismo tamaño con algunas incisiones. La cámara está precedida de un corredor o especie de pasillo y un atrio. Estaba cubierto por un Túmulo formado por piedras y tierra, que se destruyó con la excavación, pero que pueden contemplarse las piedras en las inmediaciones. Está datado entre el IV milenio y el III milenio a.C., del período Calcolítico o Edad del Cobre.

Este monumento tiene una gran importancia para el conocimiento de nuestra historia primitiva. Significa que hacia el año 3.000 a.C. los habitantes de estas tierras ya cultivaban los campos y desarrollaron la ganadería. Además perfeccionaron la cerámica, usando diversos colores y materiales. Aquí se han encontrado unas setecientas piezas, destacando 150 flechas, además de los distintos tipos descritos: hachas pulimentadas, láminas, objetos de adorno personal, etc.

El Dolmen Lamoina I forma parte de una necrópolis existente en el Canchal, donde los arqueólogos han localizado varios ejemplares expoliados. Según el criterio de los expertos, existen más dólmenes sin excavar en algunos montículos del entorno, que pudieran ser los túmulos de otros.

Este dolmen es la tumba que se encuentra en mejores condiciones. Se puede diferenciar 9 ortostato y un resto de corredor. Se encuentra en lo alto de un montículo a unos 100 metros de la tumba número 6 en dirección suroeste.