LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVAS DE EL PEÑAJORAO

Las cuevas del Peñajorao son conjunto de pequeñas cavidades que han llegado a nuestros días apenas alteradas por la presencia de pequeños carnívoros (tejones, zorros y demás) que las han utilizado a modo de madriguera. Se localizan en un reducido espacio de terreno en la ladera meridional del monte del Peñajorao, el cual las da nombre en conjunto. De las cerca de 27 cavidades 11 de ellas presentan signos evidentes de albergar yacimientos sepulcrales.

Las cavidades que poseen un interés arqueológico relacionado con enterramientos sepulcrales son:
Cueva del Peñajorao I: de reducidísimas dimensiones, este covacho ha proporcionado en superficie restos de dos individuos del Calcolítico, uno de ellos datado en unos 4.125 años a.C. Se encontró, relacionado con el enterramiento, un ajuar compuesto por cerámicas, un collar de conchas marinas, una punta de sílex y hojas retocadas entre otros objetos.
Cueva del Peñajorao II: a diferencia de la anterior, se han encontrado restos de una pequeña ocupación del Mesolítico. Del mismo modo existe un yacimiento sepulcral posterior (Edad del Cobre), con huesos de un individuo junto con restos de cerámicas lisas y una punta de sílex.
Cueva del Peñajorao III: al igual que en Peñajorao I, ha proporcionado restos de dos individuos acompañados de fragmentos de una vasija, lascas de sílex, etc. Destacar en este caso que los restos humanos pertenecen a un adulto y a un niño/a.
Cueva del Peñajorao VII: nuevamente, pequeña cavidad que ha proporcionado en superficie los indicios de un enterramiento del Calcolítico sin más detalles.
Cueva del Peñajorao VIII: alberga fragmentos de cerámica prehistórica, de modo que se deduce que probablemente se trate también de un yacimiento sepulcral de época similar a las anteriores.
Cueva del Peñajorao XIII: en este covacho se encontraron restos humanos en superficie, fácilmente atribuibles al Calcolítico.
Cueva del Peñajorao XIV: de las pocas cuyas características y hallazgos nos lleva a épocas previas a la Edad del Cobre. Conocida desde mediados del siglo XX, destaca la presencia de un conchero con paralelos en el Mesolítico e incluso trazas bastante desgastadas de pinturas rojas de probable cronología Paleolítica.
Cueva del Peñajorao XXII: de las pocas cavidades sepulcrales con algo de desarrollo interior. Al final de sus 50 metros aparecieron restos humanos y de un oso de las cavernas.
Cueva del Peñajorao XXIII: posee un gran abrigo de entrada que se prolonga por una pequeña galería. Posee un yacimiento relacionado con un hábitat del Mesolítico y, en su fondo, un depósito sepulcral del Calcolítico donde se pudo fechar un punzón de hueso en 3.830 años.
Cueva del Peñajorao XXIV: al igual que las primeras cavidades citadas, de pequeñas dimensiones. Se repite el patrón de restos humanos de un individuo fácilmente atribuible al Calcolítico.