El yacimiento se compone de dos cuevas abiertas en una pared de roca caliza orientada al este y de algo menos de 40 metros de altura, en la que abundan abrigos y cuevas. Todo el conjunto se conoce como el Poyo de los Letreros entre los habitantes de la zona. La pared se sitúa a 950 m de altitud, en el Collado del Guijarral de la Sierra Molata, al este del río Segura. Fueron descubiertas en 1952. La cueva principal es la más elevada y sus medidas son: 4,4 m de ancho, 5,5 m de altura y 4 m de profundidad. Las pinturas se despliegan por la superficie irregular de la roca, sin formar escenas ni superponerse. Las figuras son de pequeño tamaño, responden a un mismo estilo y etapa y están realizadas en un vivo color rojo. Algunas aparecen muy deterioradas por la acción del hombre y presentan huellas de haber sido picadas.
Los motivos son: oculados, ramiformes, bilobulados, halteriformes, barras, antropomorfos y zoomorfos esquemáticos. Entre éstos se distinguen tres cánidos, lobos o perros, de desigual tamaño y un cáprido. También hay que destacar dos arqueros en posición de tiro, de no más de 10 cm. Mención especial merecen los ídolos oculados, de 10 a 12 cm que representan unos ojos con iris y con arcos superciliares muy desarrollados que se unen a la primera de las dos o tres, según el caso, líneas curvas situadas bajo los ojos y con proyección hacia arriba. De la inferior salen pequeños trazos verticales hacia abajo.
Por último, hay que señalar la presencia de unas estilizaciones fitomorfas ligeramente curvadas hacia abajo, realizadas con una gruesa línea cruzada por otras más finas. Son de longitudes diversas. Éstos son los signos que aparecen en la segunda cueva, localizada a menor altura, pero con un difícil acceso a través de un agujero de unos 50 cm. En ella no existen otro tipo de representaciones, como ocurre en la primera. |