A 25 kilómetros de Cartagena y a unos cinco del Mar Menor, en el cabezo de San Ginés, se encuentra la cueva Victoria, un yacimiento explotado para la extracción de hierro y manganeso entre 1878 y 1952, pero ya, mucho tiempo atrás, las hienas la utilizaron como refugio para almacenar sus presas.
La mina-cueva es desde hace años internacionalmente conocida por ser una localidad fosilífera de primer orden que ha proporcionado una de las mejores colecciones de fauna de vertebrados del Pleistoceno inferior. Su importancia a la hora de reconstruir el pasado de la región en el último millón de años también había sido puesta de manifiesto. Los últimos resultados de estudios y dotaciones fósiles permiten asegurar que Cueva Victoria es una pieza clave para explicar la dispersión de los primeros homínidos que llegaron a Europa procedentes de África. Es por tanto entre la comunidad científica un referente a nivel internacional en el estudio de la evolución humana.
Hasta un centenar de especies se pueden descubrir en esta maravilla de la espeleología, animales que las hienas trituraban y acababan devorando. Ahora sus heces permiten conocer la edad de esos restos. La especie humana también fue presa de estas hienas, se han encontrado falanges de homínidos. |