LUGARES ARQUEOLÓGICOS EN ESPAÑA

CUEVA DE EL TÍO GARROSO

La cueva del Tío Garroso en Alacón contiene una de las pinturas rupestres prehistóricas más bellas y conocidas: el arquero del Tío Garroso. Esta pintura se ha convertido en uno de los símbolos que identifica al Parque Cultural del Rio Martín. En el abrigo del Garroso aparece otra figura humana conocida como "el Gigante", descubierta recientemente, y se considera la representación humana más grande del Arte Levantino español. El abrigo está compuesto por un total de 83 figuras pintadas en rojo y negro entre las que se pueden encontrar figuras humanas, cuadrúpedos indeterminados, cérvidos, cápridos, puntos, dedadas, huella de mano, signos esquemáticos, angulares y geometrismos, etc.

Las figuras se agrupan en un pequeño sector del covacho. A la izquierda hay un grupo de 7 arqueros rodeando a tres cabras. La figura más importante es un arquero en rojo, en actitud de correr. Es una figura dinámica, que representa un cazador armado con arco y flecha corriendo hacia una presa. Este gesto se plasma mediante la disposición de sus piernas, que forman una línea casi horizontal, y viste calzones con adornos en las rodillas, arco y flechas y una melena sujeta por una diadema.

A la derecha hay un ciervo rojo castaño de estilo naturalista. Los arqueros de la parte superior son de cuerpo filiforme, muy esquemáticos. Los de abajo tienen el pecho triangular, la cintura filiforme y el pelo sujeto por una diadema. El mayor de ellos sostiene un haz de flechas y un arco. Esta figura está superpuesta a otra figura humana en negro. Otro se representa a la carrera, con adornos en las piernas y portando un tridente. Destaca el arquero que ocupa la parte central del friso: marcha hacia la derecha; su cabeza, proporcionada con respecto al cuerpo es semicircular, estando el pelo sujeto por una diadema. Lleva calzones, una especie de grueso cinturón y adornos en las rodillas. En las manos sostiene un arma, que por la espalda se vuelve un doble instrumento, desprendiéndose de su punta inferior una especie de cuerda o adorno.

Debajo aparecen tres cabritas que formarían escena con un arquero inclinado. En la parte derecha, aparte de representaciones de cápridos y un arquero, destaca un ciervo de estilo naturalista al que le faltan las patas delanteras y algunos fragmentos de cuerpo (desconchados). La cabeza es demasiado pequeña en relación con el cuerpo, muy alargado. En el ángulo superior derecho se ve un signo geométrico, en forma de anzuelo, formado por líneas rojas.